S H A W N - [Tomo I] ✓

24 | † Respuestas falsas †

*Shawn*

—Luces tan diferente. —Él pronunció tan lento, mientras me veía de pies a cabeza.

Ambos estábamos en nuestras batas azules.

—Y tú luces igual de horrible que siempre. —Le dije.

Él se quedó en silencio unos segundos, y después me soltó una sonrisa de boca abierta.

—¿Horrible? Yo no tengo mi rostro echo una mierda. —Dice tranquilo.

Miré todo alrededor, y comencé a tener un poco de coraje hacia la habitación y los lujos que ésta tenía.

Cama acolchada, un baño propio, una maldita silla movible, y sobre todo, aire acondicionado.

¿Acaso Holly tiene sus favoritos?

—¿Qué miras?

—Seguramente tu cara no es, ¿Verdad?

Él puso tensa su mandíbula. —Apaga la luz. —Me ordenó con seriedad.

—¿Por qué debería hacerlo?

—Porque eres mi maldito hermano menor, y no querrás que te lastime, ¿Verdad? —Su voz cambió de repente, y la locura se podía ver en sus ojos pálidos.

Me quedé en silencio un rato, y luego sólo me dí la vuelta y apagué la luz.

No tenía ganas de pelear.

Al momento en el que mis ojos pudieron adaptarse a la oscuridad, a paso lento me acerqué a la silla movible.

Me senté en ella, comencé a girar unas cuantas veces, sonaría estúpido, pero me estaba gustando hacerlo.

Todo aquí era más que perfecto y cómodo, no como mi maldita habitación.

A pesar de la oscuridad, podía sentir la mirada penetrante de él—Pareces un completo idiota haciendo eso.

Dí dos vueltas más y me detuve frente a él, —Ya, ya, yo seré un idiota ¿Y tú qué figuras con un peluche? —Lo reté y curveé mis labios.

El silencio se apoderó de nosostros de nuevo, y por arte de magia, Luke sacó un encendedor y lo encendió cerca de su rostro.

¿Qué estaba planeando?

—Es lindo ¿No? —Ríe con descaro—. Realmente me hace ver cómo un estúpido adolescente, ya sabes a lo que me refiero ¿No?

Por supuesto que sabía que quería decir con aquello: "Me hace ver cómo un estúpido adolescente".

Ambos estábamos mintiendo aquí.

—¿Cuántos años tienes? —Le pregunté, sabiendo que recibiría una respuesta falsa.

—17.

—¿Cuántos años tienes tú hermanito? —Repitió lo mismo que yo, pero él lo hacía con otra intención.

—18.

—Más grande que yo. —Fingió sorpresa.

No quise hablar más sobre aquello, y de inmediato cambié de conversación.

—¿Qué transtorno se supone que tienes?

—Depresión grave.

Cerré mis ojos por completo, y dí un suspiro largo, me parecía tan estúpido, y al mismo tiempo demasiado inteligente su pase de entrada.

Decirle a todos aquella escusa era tan absurda, ¿Quién entra a un psiquiátrico por depresión? Aquí hay gente realmente loca y enferma.

O mejor dicho, había... Ahora están muertos.