4 | † Bis bald †

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Mi pulso se comenzó a acelerar muy rápido, el chico se estaba aproximando a mí.

¿Me iba a volver a atacar?

¿Me iba a lastimar?

—¡Shawn! —Holly se puso en frente de mí, impidiendo que el chico me tocara.

—¿Qué? —Respondió serio sin dejar de mirar mi cuello.

—Ve ahora a tu cuarto. —Le ordenó ella enojada.

El chico me miró de reojo, y luego me sonrió. —Sabe que aunque me grite o me diga que hacer no lo haré...

Holly no le respondió nada, y sólo soltó un suspiro alargado, Josh sólo miraba la escena, mientras se ponía en frente de mí dándome protección.

Y en un par de minutos, volvieron a llegar los guardias, sujetaron al chico y posteriormente le pusieron un calmante.

Yo veía todo con suma atención, los movimientos del chico, sus expresiones.

El chico poco a poco fue cerrando sus ojos: estaba inconsciente.

De nuevo le pido muchas disculpas señorita... —Holly ahora me tomó de las manos, y la vergüenza en ella era evidente.

—No se preocupe, todo está bien. —Le sonreí falsamente.

No quería que pensara que tenía miedo.

Aunque en esos momentos, quería esconderme bajo mi cama.

—Antes de irme, ¿Puedo preguntarle algo?

—Claro.

—¿Es obligatorio que yo tomé el trabajo?

Holly me miró seria unos minutos, mientras que por mi cabeza se me venía la idea de que yo tendría que comenzar a convivir con personas así.

Obviamente Holly no quería dar detalles sobre sus pacientes y menos ahora que voy a asistir a diario.

—Sí Anna, es un acuerdo justo, o si no lo quieres simplemente borra esa grabación y lárgate del lugar.

Lo pensé por minutos, y claramente la idea de hacerle caso no sonaba mal.

Pero entonces, Adam estaría furioso conmigo.

—No para nada, sólo fue una pregunta.

—En ese caso, me alegra tanto saberlo, Anna. —La voz de Holly salía con bastante hipocresía.

O al menos eso percibí yo.

No dije nada más, no sabía que decirle.

—Bien... Entonces ya que no hay nada más que decir, fue un gusto conocerlos a ambos. —Nos condujo hacia la entrada principal, y antes de salir por completo me volvió a hablar—. Nos vemos mañana, querida, no lo vayas a olvidar.

La miré con seriedad, y sólo pude asentir con amargura.

Tal vez fuí muy precipitada, al decir que sí.

Pero ni siquiera yo había hecho aquel trato, y no sabía si de verdad lo tendría que cumplir.

Quise no pensar más en aquello, pero algo había en aquel chico que me había llamado mucho la atención.

Casi me ataca, sí, pero el valor que tenía al responderle a su autoridades me impresionaba bastante.

Y también me generaba mucho miedo.

Holly nos cerró la puerta en la cara y no nos quedó otra opción más que seguir caminando hacia la camioneta donde estaba Adam.

Dónde él tendría que poner en claro varias cosas que nunca me mencionó...

S H A W N. - [Tomo I] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora