S H A W N. - [Tomo I] ✓

30 | † Pequeño ángel †

*Anne*

Sus palabras resuenan en mi cabeza una y otra vez.

Alice...

Alice...

Alice...

—¿Qué...? —Le pregunto con un nudo en la garganta—. Tú... —Comienzo a temblar—. Tú dijiste que jamás me volverías a llamar así, ¿Por qué lo hiciste Josh?

Quiero llorar en esos momentos, no podía siquiera recordar ese nombre, no cuando me recuerda a mi pasado.

—Yo no quería... Anne perdóname. —Josh se quiere acercar a mí, pero ahora soy yo la que se aleja.

—¡No! Tú me juraste por lo más sagrado que nunca me volverías a llamar por ese nombre... Sabes cuánto tiempo he tratado de olvidar todo. —Mi voz comienza a quebrarse.

Josh se encuentra en total silencio sintiendose culpable por mencionar aquel nombre.

Quisiera decirle «No pasa nada, sólo no lo hagas de nuevo querido».

Pero no, el enojo y miedo que estaba sintiendo en esos momentos eran mayores que cualquier otra cosa.

El simple hecho de oír aquel nombre me transportaba a mi pasado sin oportunidad de salir de aquel trance.

💉

7 años atrás
Diciembre/2013

Son las 6:45 A.M estoy en el comedor de mi casa, esperando a mi padre, él me llevará al colegio en su carro después de su tonto error...

Estoy en la última semana de clases para poder pasar a mi tercer año de secundaria, aquello me tiene demasiado emocionada porque eso sólo reduce mis años de estudio sin ningún tipo de carrera.

A pesar de que me faltan algunos años para ejercer algún tipo de carrera, sé perfectamente lo que quiero estudiar. Me encantaría ser una gran cheff y ser reconocida por todo el mundo...

Mis padres me han dado todo su apoyo, ellos pensaban que iba a estudiar otra carrera, pero aún así no dejan de apoyarme en cualquier decisión.

Veo cuando ellos bajan, lucen elegantes, como ya es costumbre y no es de asombrarse, pues ambos trabajan en el hospital de enfermos mentales que se encuentra al sur de Nueva York.

Ambos son jefes generales en diferentes áreas del instituto.

Me ven con mi uniforme y me sonríen, yo les devuelvo la sonrisa y comienzo a salir de la casa con ellos, el sol es el primero en recibirnos.

Sentir los escasos rayos de sol era una bendición para cualquiera, puesto que el invierno ya había llegado hace meses, y la nieve apenas comenzaba a manifestarse poco a poco.

Miré a todos lados, nunca hacía eso, pero algo en mi interior me alarmó por completo, sentía que alguien me observaba. No había nadie. Pero aquel presentimiento se hacía más y más pesado.

Quise sacar esa idea de mi cabeza, pero simplemente no se iba, y el recordar lo que semanas atrás pasó con un chico solo me ponía a temblar.

Ni siquiera sabía quién era, pero cierta parte del barrio le tenía miedo y evitaban acercarse a él, yo nunca sentí un tipo de atracción, ni amistosa ni romántica, él era alguien desapercibido para mí.