Capitulo 3|Opciones

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Salí de la ducha ya que estaba muy mojada para ponerme su camiseta. Me la puse y sinceramente olía muy bien. Olía a cigarro con menta. Me peiné, y me puse un poco de su colonia.

Estaba nerviosa por salir, no sabía que estaba haciendo ¿me estaría esperando? ¿O se habría ido a la cocina a comer algo? No lo sé pero decidí abrir la puerta. Me lo encontré en su cama mirando su teléfono con una luz tenue encendida.

Giró su cabeza cuando me vio.

-Creo que te queda mejor mi camiseta a ti que a mi- me dijo mientras se acomodaba en la cama.

Me quedé observando sus piernas por unos segundos.

Ari tiene novia

¿Y qué pasa qué tenga novia?

Pues que ya le pertenece a alguien

Después de tener esta pequeña discusión con mi consciencia me di cuenta que le estaba observando más de la cuenta.

-¿Sabes jugar a la play? -me preguntó- Podemos jugar un partido de fútbol tú contra yo.

No tenía ni idea de cómo se jugaba a eso pero, solo quería demostrarle que podía ser mejor que él, aunque no tuviera ni idea de como hacerlo. Asentí con la cabeza mientras me señalaba con la mano para que me sentara con él en la cama.

Me acerqué y me senté a su lado mientras él se levantaba un momento para coger otro mando y conectar el juego. Cuando se puso a mi lado me observó y me enseñó esos hoyuelos con una pequeña sonrisa. Me fijé que tenía el cabello negro despeinado y llevaba una camiseta corta básica con un pantalón de chándal gris.

-Espero que sepas perder, porque no voy a tener compasión contigo cuatro ojos.

No sé porqué me llamaba así, no me hacía mucha gracia pero me gustaba que solo él me llamara de esa manera. No sé qué estaba haciendo, teniendo novia y yo en su habitación con una de sus camisetas, sentada a su lado, en su propia cama.

Acababa de salir de una relación tóxica, no podía hacerme ilusiones con un chico bastante atractivo con pareja, además, solo éramos compañeros de clase que sólo se lo estaban pasando bien ¿no?

-¿Qué equipo quieres? -preguntó con un tono burlón.

No sabía nada de equipos, pero tampoco quería mostrar debilidad ante el enemigo.

-Ese mismo- contesté señalando un personaje con una camiseta de color negro.

En ese momento seleccionó el equipo que le había dicho y él se escogió un equipo de color rojo.

-Buena suerte- se sentó más cerca mío.

Empezamos a jugar y yo como no sabía comencé a tocar todos los botones del mando sin saber que hacía cuando Adam parecía un experto. Justo mi jugador tuvo la pelona y corrió hacía su portería a punto de marcar...

-GOOOOOOOOOOL- chillé por toda su habitación mientras me levanté a celebrarlo.

Adam levantó una ceja mientras me miraba. Me levanté de la cama y comencé a saltar.

-Ahora que ehh, mucho hablar y mira quien ha ganado.

Cuando estuve un buen rato celebrándolo me volví a sentar en la cama para volver a jugar. Me extrañó que Adam no le molestara, solo se me quedó mirando un buen rato.

Cuando estuvimos un rato jugando, volví a acercarme a su portería y justo iba a marcar cuando Adam me cogió el mando.

-¿Qué haces?-le dije con un tono enfadado - ¡Estaba a punto de marcar!

-Pues ahora no -y soltó una carcajada.

-Dame el mando.

Me tiré encima suyo y él subió el brazo para que me costara más llegar. Estuvimos así un rato más hasta que se tumbó, y como estaba encima suyo me tumbé sobre su pecho. Nos miramos y sentí como su mirada bajó a mis labios y volvieron a subir hacía mis ojos de nuevo.

Tiene novia

Me repetía constantemente en mi cabeza, pero no quería arruinar este momento pero ¿porqué? No sé qué sentía en ese momento, pero no era el mejor momento para distracciones.

-Creo que debería irme -dije levantándome- voy a ver si mi ropa ya está seca.

Salí de la habitación para coger mi ropa cuando, me di cuenta que aún estaba muy mojada. Entré de nuevo a la habitación y Adam no estaba por ninguna parte, ni en la cama, ni en su escritorio. No sabía donde estaba hasta que escuché el sonido del agua, estaba en la ducha.

Tenía que decirle que aún me quedaba un rato más, alomejor pensaba que ya me había ido y había echo planes. Así que decidí entrar al baño para decírselo.

Abrí el pomo de la puerta con los ojos cerrados para no encontrarme nada.

-A-Adam -dije con voz entrecortada un con los ojos cerrados.

-Dime -sacó la cabeza tapándose todo el cuerpo con una toalla.

-Voy a quedarme un rato más, aún mi ropa no está seca.

-¿Tantas ganas tienes de verme? -contestó con superioridad y una pequeña sonrisa -pensaba que te querías ir ya.

No sabía a qué venía eso. ¿Él quería que me quedara? No lo entiendo.

-Pues al final me quedo ¿tienes algún problema?

-¿Yo? Ninguno -dijo mientras salía de la ducha dando un paso hacía mi -si no te importa tengo que salir.

Salí de la habitación. Me senté en su cama cuando vi que había un portátil en su escritorio, decidí cogerlo. No tenía contraseña así que entre en Netflix y comencé a buscar una película para ver.

Estuve unos minutos cuando Adam salió y juntó sus cejas.

-¿Qué haces con mi portátil cuatro ojos? -decía mientras se acercaba.

-No sabía que hacer, así que he cogido tu portátil para ver una película -cerré el portátil- perdón si te molestó.

-No, tranquila -se sentó a mi lado- Vamos a ver una película.

Cogió su portátil, lo abrió y empezó a buscar. No sabia que tipo de películas le gustaban así que decidí coger yo el portátil y escoger mi favorita. No me dejó, me lo arranco de las manos.

-Mi portátil, así que escojo yo.

No quise discutir, le dejé que buscara él y puso una que no conocía.

No estuve atenta, estaba más pendiente de él. Sus ojos estaban mirando la pantalla y estaba estirado, casi podía tocarle. Me sentía cómoda, estábamos en silencio pero no era un silencio incómodo, sino al contrario. Mi respiración comenzó a acelerarse con solo de pensar como debía de besar.

-¿Qué estás pensando? -preguntó mirándome fijamente -¿no te está gustando la película?.

No quería mentirle pero, ¿como le iba a decir que desde el primer minuto no la estaba mirando? ¿Sino a quien estaba mirando era a él?

-Sí, me está gustando mucho -mentí -solo que creo que debería irme...

-¿Tienes hambre? Puedes cenar conmigo y si quieres puedes irte -me miró.

¿Como le decía que no solo me quería quedar a cenar? ¿Qué también quería dormir con el?

No sabía que responderle, ¿le decía que si? No pasaba nada si le digo que si ¿no? Pero...tiene novia.

Desde entoncesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora