Ya habíamos pedido nuestra comida aunque no tenía mucha hambre pero no quería no cenar nada en una cena con personas que me incomodaban-a personas me refería a Adam-por eso me pedí un plato de macarrones.
-¿Enserio te has pedido unos macarrones en un restaurante de lujo? -puso cara de asco mientras miraba el plato-Aún estas a tiempo de pedirte otra cosa aunque...dudo que puedas pagártelo.
Vale, definitivamente era la persona más horrible que había conocido pero a palabras necias oídos sordos. La miré con una sonrisa sarcástica para que supiera que lo que le iba a decir ahora no era para nada amigable.
-Muchas gracias por tu opinión que nadie te pidió, estoy bien así gracias-respondí con un tono de voz mas agudo-Tú también estas a tiempo de cambiarte tu cena, alimentarse a base de ensalada te puede dejar la boca seca.
Y con esto acerqué mis macarrones para comérmelos sintiendo todas las miradas hacia mi. Levanté la cabeza para mirar a Claudia que se notaba que mi comentario le había molestado mucho. Estábamos teniendo conversaciones distintas, yo hablaba con Bruno mientras bueno, las otras dos personas menos importantes estaban teniendo una conversación. Al momento Bruno dijo algo gracioso que me comencé a reír tanto que al parar vi como Adam me estaba mirando con una ceja enarcada cuando paré y me quedé embobada mirando sus preciosos ojos que tiene-para que negarlo-y bajé la mirada a sus preciosos labios que a punto estuvieron de besarme en más de una ocasión.
-Pues nosotros nos vamos a ir-nos interrumpió Claudia-lo he pasado muy bien pero nos vamos a ir hiendo ¿verdad cariño?
Adam que en ese momento estaba bebiendo de su copa-parecía estar pensando mientras observaba su nuez como bajaba y subía-sostuvo el vaso en la mano para hablar.
-Primero he de hacer unas cosas así que nos vemos mañana.
Y con esto se levantó de la mesa para irse. No me lo esperaba pero no tardamos en hacer lo mismo. Bruno me dejó en mi casa y con un beso en la boca muy corto nos despedimos.
Iba a entrar a casa cuando me llegó un mensaje a mi teléfono de un número desconocido.
Adam: te espero en el jardín trasero de mi casa en 5 minutos.
¿Qué? ¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuándo? No entiendo...¿Desde cuando tiene mi numero de teléfono? ¿Quién se lo ha dado? Esto no podía estar pasando ¿debería ir? Claro que no ¿en qué estaba pensando? Pero ¿y si estaba esperándome? Yo no soy tan mala persona para dejar plantado a alguien, sea quien sea no puedo porque mi familia me ha enseñado unos valores que tengo que dar a conocer. Por eso cerré la puerta de mi casa para salir e irme a mi próximo destino: casa de Adam.
***
Ya en el jardín vi a Adam sentado apoyado en un árbol con su teléfono, al momento que me vio se guardó el teléfono en el bolsillo para así levantarse y acercarse a mi.
-Hola -me saludó-No estaba seguro si vendrías.
-Pues no lo iba a hacer -mentí-Espero que lo que me tengas que decir sea algo importante.
Se quedó callado para acercarse un poco más a mi y como vio que no me apartaba me agarró de la mano.
-En realidad quiero enseñarte una cosa.
Y así fue como caminábamos por el bosque de la mano en silencio, solo escuchábamos los crujidos de las ramas y las hojas que íbamos pisando. Poco a poco fue caminando más lento hasta llegar a una casa del árbol, pero no una cualquiera sino una reformada. Tenía unas escaleras de madera, alrededor una barandilla con sillas y una mesa para poder sentarse y observar las vistas. Estaba asombrada, el sitio era increíble.
-Adam -lo llamé para que pudiera mirarme-esto es increíble.
Sonrió para sí mismo mientras observaba lo asombrada que estaba.
-¿Te apetece verla por dentro? -me preguntó aún cogiéndome de la mano-si por fuera es increíble no sé la palabra exacta para describir el interior.
Asentí entusiasmada mientras subíamos las escaleras hasta llegar al interior de la casa. Había una pequeña cocina, con una sala de estar y una chimenea, había una habitación con una cristalera para mirar las vistas con unas luces colgadas y una cama. Esto era increíble.
-¿Te gusta? -me miró con entusiasmo-Te he traído aquí porque dijiste en la cena que estudiabas arquitectura y diseño y creí que te gustaría ver esto.
-Esto es precioso, me encanta.
Nos quedamos mirándonos con los dedos entrelazados, se sentía bien, me sentía cómoda estando con él en este momento y en este sitio tan perfecto.
-Ari, escúchame -me apretó aún más la mano, podría decir que estaba un poco nervioso-Lo siento mucho, si te he echo daño no ha sido mi intención.Soy un idiota y no me di cuenta del daño que te estaba haciendo, por eso te he traído a unos de mis lugares favoritos para que sepas que me importas, más de lo que te imaginas.
Podía llegar a ser increíblemente guapo diciendo esas palabras bajo las luces que habían en la habitación-ademas ya era de noche-y con nuestras manos cogidas. Era mi deber perdonarlo, me estaba engañando a mi misma, me atraía y eso no lo podía negar nadie pero ¿me gustaba? Pues...no lo sé, puede.
-Tranquilo, te perdono.
Y sin más me solté y lo abracé, podía sentir su corazón acelerado contra mi pecho-cosa que me encantaba-sentí como unas manos me agarraron por detrás uniendo nuestros cuerpos como uno. Acercó su boca a mi oreja.
-No se si lo has podido notar pero estás tan jodidamente increíble que está noche no he podido parar de miraste-pude sentir sus labios rozad contra mi oreja-hasta sentí celos de mi propio hermano.
No se como tuve el valor de posar mis labios en su oreja como acababa de hacer él.
-Pues yo he sentido lo mismo con Claudia.
Al momento que dije su nombre me acordé que lo que estaba haciendo está mal.
-Esto está mal-me alejé- tú tienes novia y yo, solo no puedo.
-Escúchame...
-Aunque no la soporte no puedo hacerle esto y...
-Ari -me cortó mientras me agarraba-he cortado con ella.
¿Había escuchado bien? ¿Había cortado con ella por mi?
Déjate de tonterías y bésale ya.
Estaba de acuerdo con mi consciencia pero no puede evitar hacerle preguntas.
-¿Lo has echo por mi? -No pude evitar sonreír-¿por mi?
-Sí -se le formó una sonrisa-la he dejado por ti.
-Pero ¿porqué has echo eso?
-Joder Ari -puso los ojos en blanco-¿no te das cuenta? Cuánto más te conozco, más me quiero contigo. Me haces bien de mil modos, hacerme feliz te sale tan perfecto. Solo pienso en verte. Hoy he ido a esa estúpida fiesta por ti, porque sabía que ibas a ir tú y que te iba a ver.
Y con esto me acercó más a él y juntó su cara con la mía haciendo rozar nuestras narices.
-Que adictivas son las personas que te hacen feliz.
Y con esto juntó nuestros labios haciéndome sentir de mil formas.

ESTÁS LEYENDO
Desde entonces
RomanceMi primer día de instituto, nomás entrar por la puerta lo supe. Un chico alto, ojos claros (no sabría distinguir entre azul o verdes), pelo castaño, alto (medirá por lo menos 1,90). Con cruzar nuestras miradas lo supimos, estábamos hechos el uno pa...