Capitulo 20| Familia de sangre

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Ya llevaba varios días en casa de Adam y sinceramente he de admitir que me gusta mucho levantarme cada mañana y ver el voluptuoso cuerpo del hombre que me gusta.

Ya ves que si te gusta Ari.

Vale, me gusta demasiado. Es inevitable estar por la cocina o por la habitación sin fijarse en él. Me había vuelto una aficionada en quedarme embobada - varias veces me había pillado pero nunca me ha dicho nada-sus ojos, labios, brazos, espalda, piernas, todo.

Mi madre ha estado buscando como una loca alguna casa o un piso en donde poder vivir. Sé que no le hace nada de gracia que esté en casa de un chico. No entiende el porque he de estar aquí sin estar con ella pero ya le dejé claro que solo sería hasta que encontrase un hogar en donde poder vivir todos juntos.

Estuve toda la mañana en clases estudiando para los exámenes que se van acercando. Admito que me está costando bastante pero bueno, yo puedo.

Hoy llevaba puesto unos tejanos con oberturas en las rodillas, camiseta ancha de color gris y mis botas negras. No hacía mucho frio así que decidí algo cómodo y sencillo.

Al salir de clase me dirigí al recreo con mis tostadas de aguacate, me senté en las gradas y disfruté de lo bien que se estaba ahí, mi piel absorbiendo las luces del sol. Alguien se puso delante mío tapando el sol haciendo que abriese los ojos molesta.

-¿Se puede saber qué te pasa? -contesté de malas maneras-Apártate.

No me percaté de quien era hasta que lo hice y, seguramente será el momento más vergonzoso de mi vida. Mi tía Abie. Me levanté de golpe con las mejillas rojas de la vergüenza.

-¿Esa es la bienvenida qué le haces a tu tía?.

Sabía que estaba disfrutando de este momento. Estaba sonriendo mostrando sus dientes blancos como la nieve. Miré que llevaba un vestido muy pegado al cuerpo resaltando las curvas.

-¿Qué estás haciendo aquí tía? -pregunté asombrada-Se supone que estás en mi instituto.

-Ya que tanto insistes... -ojeó nuestro alrededor mientras miraba a los chicos jugar a baloncesto-¿Quienes son esos bombones de ahí? No sabía que los chicos de tu edad estaban tan buen...

-¡Tía! -chillé mientras le tapaba la boca con mis dos manos-¿Se puede saber qué te pasa? Contéstame, ¿Qué haces en mi instituto?, o más bien, ¿Qué haces en i pueblo?.

Ya la cosa se iba poniendo más seria...

-Pues... Espero que te acuerdes de tu prima Rita, ya que nunca nos llamas. Bueno, que tu madre nos ha contado lo que pasó con vuestra casa y me ha pedido ayuda para que le ayude a buscar algún sitio.

Por la forma en que me miraba sabía que eso no era todo por lo que había venido a hacer aquí. Nos quedamos calladas unos segundos mirándonos. Yo esperando a que siguiese con su explicación y ella pensando en como me iba a tomar con aquello.

-Y pues... A Rita le han echado de su instituto y hemos quedado con tu madre que se vendrá a estudiar contigo, en este instituto.

No me lo podía creer, espero que no estuviese hablando en serio pero no. No tengo muchos recuerdos con ella pero los únicos recuerdos que tengo es que era muy mala conmigo. Siempre se burlaba de la ropa que llevaba, robaba mis muñecos y si podía tener siempre lo que yo quería con tal de fastidiarme siempre lo conseguía, era una consentida y una mimada.

Mi tía siempre ha intentado que nos llevemos bien pero nunca ha podido, no por mi sino por ella. Cuando se mudaron ya perdí contacto con ella hasta hoy, que supongo que tendré que encontrármela por los pasillos y ya recemos para que no me toque en la misma clase que ella.

En se instante recibí un mensaje.

Adam: Estoy en la pista ¿estás bien?, no sé quien es esa mujer pero veo que tienes mala cara, si quieres voy y te saco de ahí.

No quería hacer el feo a mi tía pero me sentía muy incómoda en esta situación. Al fin y al cabo era mi familia, de mi sangre pero no decides la familia que te toca, y por más que quieras es lo que hay pero, no por eso he de aguantar las estupideces y berrinches de mi tía y mi prima.

Yo: Por favor, si no es mucho pedir sácame de aquí.

Me encontré con la mirada de Adam que venía hacía aquí. Mientras mi tía no sabía que decir ya que sabe todos los problemas que tengo con su hija.

Cuando Adam llegó, se puso a mi lado dándome un pequeño pero dulce beso en los labios. Al separarnos la cara de Abie era para hacerle una foto en ese instante. Tenía los ojos muy abiertos y la boca abierta.

-Bueno, ha sido un placer verte -dije con una sonrisa en mi rostro-Pero creo que ya es hora de que me vaya.

Antes de que pudiese contestar cogí la mano de Adam juntando nuestros dedos para comenzar a bajar las escaleras y sentarnos apartados de toda la multitud, apoyados en un árbol.

-¿Quién era esa señora?.

-Es mi tía Abie -jugué con los dedos de sus manos-Ha venido para ayudar a mi madre con lo de la casa y además, para que su hija venga a estudiar aquí conmigo.

No dijo nada hasta que con la otra mano me cogió de la barbilla para que pudiera mirarlo a los ojos.

-¿Y se supone que eso es malo? -me acarició el cuello notando sus dedos- No veo que te entusiasme mucho la idea de que tu familia venga a pasar una temporada contigo.

Lo pensé y sinceramente no me molestaba pero, sé lo chismosa que es mi prima y no me apetece tener que darle explicaciones a nadie sobre mi vida personas, presentarle a mis amigos y además a Adam. No sé lo que somos ahora pero, prefiero que no le cuente nada sobre mi pasado.

-No es malo pero, tengo problemas con ellas y no me apetece nada recordar aquellos momentos.

Asintió aún acariciándome el cuello y lentamente ir subiendo hasta los labios.

-Yo te protegeré de todo -sonrió acercándose más a mi- Te protegeré de tu familia, de la gente mala, hasta de los monstruos.

Me reí mientras terminó con el poco espacio que nos quedaba, besándonos.

No tenía ninguna duda en aquello pero...no sabía lo que pasaría dentro de unas horas.

***

Holaa a tod@s.Queria pediros perdón por publicar este capitulo tan tarde, no he tenido tiempo de escribir. Entre los estudios, vacaciones, exámenes, Halloween no he podido...Por eso he de daros las gracias a quien ha estado esperando a que publicara y quien me ha escrito dándome las gracias por entreteneros.

Me encanta compartir mis historias con vosotr@s. Me ayudáis a seguir adelante y poco a poco más lectores se van uniendo y eso es gracias a vosotros. ¡Me hacéis muy feliz!

Desde entoncesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora