Cuando, donde y como el amor quiera (Jori adaptación)

Capitulo 74: Alexandra solo hay una

Edades Familia West Vega

Jade y Tori: 41 años

Emma: 26

Darcy y Salome: 16

Alexandra: 14

Isabela: 10

Rose (la niña de Emma) : 9 meses

Edades Familia Jauregui Cabello

Lauren y Camila: 41

Gabi: 17

Lea: 14

Asher: 8

-¿Qué pasa? ¿No les gustó la sorpresa? – preguntó la deportista. Tori escaneo todo el lugar y dos cosas no pasaron desapercibidas por ella, una era Salome participando de la coreografía y la otra era su esposa vestida de porrista

-¡Mami! ¡Llegaste temprano! – Alexandra llegaba a saludar a su madre, mientras seguía mirando a su esposa intensamente

-¿La cambiaste? – Emma saludó a su madre y agarró a su hija

-Si – la vista de la castaña volvía a su nieta – Está hermosa con ese uniforme ¿Cierto que estas hermosa ovejita? – jugaba con los cachetes de su nieta.

-Hola mami – Isabela quería su atención también inmediatamente agarró una de las manos de su madre.

-¡Guau! – Silbido – Lobito te ves espectacular – le dijo dándole una vueltita

-Darcy dice que la coach me tiene guardado un puesto en el equipo – le dijo

-Si pero para cuando tu llegues la capitana va a ser Alex, así que mucha suerte con eso – Darcy aparecía – Hola mami ¿Qué tal tu viaje? – preguntó atentamente. Antes de contestarle a su hija la morena se quedó mirando a Asher, el hijo de Laur y Mila. El niño estaba embobado viendo como Isabela giraba en su lugar haciendo que su falda se levante

–Se me hizo corto, por suerte. No veía la hora de verlas – le dijo Tori acariciando el rostro de el perezocito – Conseguí el libro que querías – la cara de Darcy se iluminó

-¿En seri...? – Bella llegaba a saludar a la morena e intimidaba a la melliza

-¿Cómo estás Tori? – le preguntó la amiga de su hija

-Bien Bella ¿y tu? – contestó observando que la cara de su hija había adquirido un color rojo tomate y que despacito la melliza se había alejado silenciosamente. Después de charlar un rato con el grupo, la deportista prestó atención donde pensaba que estaba el foco de la cuestión, más alejadas del grupo, estaban su esposa y su otra melliza

-¿Salo, Jade algùn problema? No sabía que te sabías las coreografía de tus hermanas pececito – agregó mirando a su hija

-Amor... - Jade quiso intervenir

-Un segundo – la frenó la deportista – Primero lo importante – Agarró a su esposa y le dio un buen beso – Hola – saludó. Una sonrisa enorme se le dibujó a la pelinegra, Salome giró los ojos

-Hola – respondió

-Ahora si, ¿Qué pasa? – Insistió – No es que no me guste ver mi patio lleno de porristas pero ¿a que se debe todo esto? - Preguntó en general, todas estaban esperando la reacción de la castaña. Salome miró a su madre buscando ayuda

–Salo va a hacer la prueba para ser porrista – dijo mirando a su mujer – Y la estamos ayudando a prepararse – informó. Tori sonrió y miró a su hija