Capitulo 18: ¡Señor Si señor!

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Jade se acerco a ella para besarla pero Tori se alejó dejando a la pelinegra confundida

-¿Tori?

-Ya puedes ir a buscar a cualquier otra para besar tranquila – dijo Tori caminando hacia el coche. Caminó unos metros y se dio vuelta para agregar - Cuando termines sólo tienes que silbar porque yo ya te pertenezco. Puedes hacer lo que quieras conmigo me tienes en la palma de tu mano – siguió caminando. Jade se apuró para alcanzar a la castaña

–Ven acá idiota – le dijo cariñosamente mientras agarraba su brazo para traerla hacia ella – yo sólo beso a jugadoras de básquet, castañas, altas y con un ego enorme – jugaba la pelinegra

-Yo soy castaña – dijo Tori y Jade asintió - Juego al básquet –afirmo la castaña

-Y muy bien dicen – agrego la fotógrafa haciendo sonreír a la otra chica.

-Y también soy alta – se media con su mano

-No es que tenga algún problema con eso – de paso Jade aclaraba.

-Mmmm pero me falta el ego, bueno supongo que será alguna otra – Tori se encogió de hombros – Nos vemos luego entonces – trató de irse y digo trató porque al primer paso que intentó dar, Jade la rodeo con sus brazos nuevamente.
Se miraron, se sonrieron, se miraron, se sonrieron... se besaron. A diferencia de los anteriores besos, este no lo inició ninguna, fue sincronizado, mutuo, fue... fue perfecto, tan perfecto que quien hubiera pasado en ese momento por ese lugar no hubiera visto dos personas besándose, hubiera visto una sola figura, no había espacio que las separara.

Llegando al departamento de Jade

Jade y Tori iban de la mano caminando por el pasillo que terminaba en el departamento de la pelinegra.

-¿Está mal que aun no nos hayamos despedido y yo ya este te extrañando? – le preguntó la castaña a su acompañante.

-¿No vas a entrar conmigo? – preguntó en un tono decepcionada Jade agachando su cabeza

-Jade... mírame por favor – la pelinegra alzó sus ojos – ¿tú sabes que va a pasar si yo entro cierto? – preguntó Tori dando por hecho la respuesta de, la pronto por ser, su chica.

-Lo sé... – afirmó - pero es que la noche fue muy corta y mañana sales para Indiana y... y no quiero que te vayas ¿no puedo atarte a la pata de mi cama ni siquiera? – bromeo la pelinegra

-Mmm, depende... ¿si me tiro al piso y giro sobre mi misma me rascarías mi pancita? – Tori siguió el jueguito del perro. Levantó sus manos saco su lengua e imitó a un perro jadeando.

-Por supuesto que si. Y si me miras con tus ojitos de perro mojado te rasco detrás de la oreja – Jade alzaba su mano y rascaba a la castaña en el lugar mencionado haciendo reír a la otra mujer
Gracias... Gracias por esta noche – termino el juego Jade mirando a su castaña a los ojos – Gracias por todo en realidad – acarició el brazo tatuado que se había convertido en la nueva obsesión de la fotografa.

-Si alguien tiene que agradecer soy yo a ti, por aceptar salir conmigo - Tori tomó la mano de la otra chica y la beso - Jade... tú... yo...

-Hey – la pelinegra tranquilizaba a Tori – Estoy aquí ¿sí? Dime - Tori  suspiro

–¿Podemos desayunar juntas mañana, es decir tu, Emma y yo? No quiero que tomes esto como una presión ni nada sólo que como me voy por unos días quería ver a Emma antes y...

Cuando, donde y como el amor quiera (Jori adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora