Cuando, donde y como el amor quiera (Jori adaptación)

Capitulo 51: El partido por la boda

Lauren y las demás se subían a otros asientos y empezaron a los gritos

-¡Boda! ¡Boda! ¡Boda! – La multitud las empezó a seguir - ¡Boda! ¡Boda! ¡Boda! – el aeropuerto era todo un espectáculo.

-¡Emma! ¡Mila! – Tori miraba como su hija y la bailarina se unían al cántico

-Lo siento mami pero es pegajoso... ¡Boda! ¡Boda! – siguieron

-¿Y que piensas bebe? – Le preguntó Jade - ¿Me das otra oportunidad? – pidió.

-¡Esta bien! ¡Esta bien! – Con sus manos la castaña pedía silencio – Acepto – se sintió una enorme ovación – Pero... - hicieron silencio de nuevo – Con la condicion de que dejes que Florence se encarga de la boda en estas ultimas dos semanas – Tori no le hablaba prácticamente a Jade, le hablaba a casi todo el aeropuerto que estaba presenciando esta disputa.

-No, no y no – protestó Jade

-¿Quien demonios es Florence? – gritó una de las presentes que, a juzgar por el uniforme, era una de las encargadas de la limpieza que también estaba absorta en la discusión.

-Florence es una organizadora de fiestas – explicó la castaña.

-¡Dejala que la contrate! – gritó una joven que con su ipod filmaba todo este reality – menos trabajo para ti - agregó

-El problema es que la organizatora se quiere comer al bomboncito – Agregó Lauren.

-¿El bomboncito es Tori cierto? – preguntó una admiradora de las Liberty que tenía su cámara filmando todo el circo

-¡Oye! – La señaló Jade – ¿Estás insinuando que yo no soy un bombon? – le preguntó a la fanática enfurecida.

-No te enojes pelinegra, tu estas para el crimen...- Agradezcan que Juli y Camila llegaron a sujetar a Tori por que sino iba a haber una fan menos el próximo campeonato.

-Tranquila Tori – Camila trataba de suavizarla. Jade al ver a su novia eligió cambiar de tema

–Como sea, de ninguna manera voy a dejar que esa mujerzuela se encargue de mi boda. Punto final! – esto llamó la atención de Tori nuevamente.

-¡Perfecto! – Se soltó de sus amigas – entonces Las Vegas allá vamos – sentenció. Inmediatamente empezaron los abucheos

-No la dejes ganar – gritaba una

-Lucha por lo que quieres – gritaba otro.

-Apuesta por lo mejor – y este grito fue lo que hizo reaccionar a la fotógrafa. Si había algo que le gustaba a la castaña, algo que definitivamente estaba en su naturaleza, era competir. Y perder no estaba dentro del diccionario Vega. A Jade se le había ocurrido una idea

–Por mi yo apostaria cualquier cosa, pero la señorita aquí - señaló a la deportista – Tiene miedo de perder – apenas Jade miró los ojos de su novia, supo que había dado en el clavo.

-¿Miedo yo? Jaja, no me hagas reir Jade. ¿A que quieres jugar? ¿Al paintball tal vez? Lastima que no haya tiempo, solo queda una hora para abordar – contó a la multitud

-En la cantina debajo hay un pool – gritó Jess que había ido a comprar unos antiinflamatorios porque se había doblado el pie en la carrera. Jade y Tori se miraron. Cada una tenía dibujada su sonrisa más maligna. La pelinegra se acercó a Tori

–Si yo gano. Vas a cerrar esa boquita hermosa que Dios te dio y voy a hacer lo que a mi se me de la gana con mi boda pisoteando y maltratando a quien a mi se me de la condenada gana – la pelinegra estiró su mano esperando a que Tori hiciera su apuesta y aceptara competir. Esta era la única opción que le quedaba. La castaña inspeccionó a su novia atentamente, Jade estaba tirando un manotazo de ahogado, eso lo sabía. Por otra parte Tori sabía jugar al pool, pasó años en bares de Londres jugando, sabía que no iba a perder.