3. Los hermanos Holmes

94 15 2
                                    

(Unas semanas después)

Estábamos esperando a Charlie para comer, aunque Edmund, William y yo moríamos de hambre, mientras tanto estábamos hablando de como nos iba en las clases extracurriculares:

–¿Y cómo te va en educación física Will?– pregunte mientras veía si venía Charlie.

–Bien, conocí a unos chicos geniales, y las chicas ahí son muy amables.

–Me alegro.– le digo intercambiando sonrisas.

A lo lejos vi a Charlie junto con una chica con rasgos asiáticos, di unos pequeños saltitos de alegría, por que tenía hambre y por que Charlie había hecho una amiga. Unos cuantos minutos después llegaron las dos chicas y Charlie se dirigió hacia nosotros diciendo:

–Hola chicos, ella es Bianca.– Bianca saludo con la mano.– Es mi compañera de artes y les quería preguntar si se podía sentar con nosotros.

–Claro.– dijimos los tes al mismo tiempo.

Bianca se sentó en una mesa mientras los demás agarramos unas bandejas y corrimos a que nos sirvieran de comer. Para mala suerte tenía mucha hambre pero la comida se veía asquerosa. Nos sentamos junto a Bianca y William le dijo:

–Es un gusto conocerte Bianca ¿De dónde eres?

–Soy de aquí, pero mis papas son coreanos y crecí aprendiendo los dos idiomas.– note que Bianca estaba muy nerviosa pero lo ignore.

Puse mi mirada en ese plato de comida, me daba asco siquiera olerlo, pero tenía hambre y era la única solución, agarre un tenedor y empecé a comer una especie de masa verde:

–Ahora ustedes cuéntenos ¿Cómo les va en el club de lectura?– pregunto Charlie mientras se dirigía a tirar lo que se viera más asqueroso.

–Bueno...– Edmund pensó un poco las palabras. –Hoy elegimos el libro que vamos a comentar ¿Verdad Clark?– asentí con la cabeza ya que me estaba empezando a sentir mal, por esa masa que parecía puré de patata pero sabía a sopa aguada. Tire toda la comida, estaba asquerosa.

Rato después empezamos a de temas triviales, cuando sonó la campana y ya todos teníamos que ir a clases. Solamente Will y yo quedamos juntos para la clase de química, fui a mi casillero para acomodar mis libros cuando encuentro adentro una rosa roja, me volteo hacía Will que estaba distraído cuando le preguntó:

–Will ¿Tú pusiste esto aquí?

–Lo lamento Esther pero no– Will miraba confundido la rosa. –¿No vendrá por ahí una nota o una carta?– me voltie para buscar pero nada.

–No Will solo estaba la rosa.– estaba confundida ¿Quién me dejó la rosa? ¿Por qué? ¿Cómo?

–Bueno pequeña creo que tienes un admirador secreto.– Will me da unas pequeñas palmadas en el hombro.

–¿No eres tú?– pregunte arqueando una ceja.

–Créeme Esther, yo no soy tú admirador secreto.– lo dijo con una confianza que le creí.

–Bueno debemos averiguar quien hace este tipo de cosas.– dije cerrando los casilleros.

–¿Seremos como Sherlock y Mycroft Holmes?– me pregunto arqueando una ceja.

–Si, pero yo seré Mycroft.– digo empezando a caminar.

–Nooo, yo amo a Mycroft.– dice él haciendo un puchero.

–Bueno entonces yo soy Sherlock y tú Mycroft.– le digo chocando 5.

***
–¿Entonces tú y William iniciaron una investigación acerca de esa rosa?– asentí con la cabeza. –Si fuera tú preferiría esperar a que las cosas fluyeran.

El camino de una luciérnaga [Novela Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora