4. Doctor Watson

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Han pasado varios meses, ya estábamos en octubre, normalmente era mi época favorita, era como un pre-diciembre.

Las cosas cambiaron mucho desde las primeras semanas escolares, Charlie y Bianca se hicieron muy unidas, y yo me hice más cercana a William, nada raro.

Seguía haciendo estudios bíblicos con Edmund, y resulta que Charlie es cristiana hací que se nos sumó una más al grupo.

Bueno debo dejar está recopilación por que en un momento debo salir de mi habitación para ir a mi escuela así que cambio y fuera.

-¡Charlie apúrate!- dije gritando mientras la esperaba.

-¡Adelantate Esther, me voy a tardar!- grito ella adentro del baño, yo rodé los ojos, no era ni la primera y probablemente la última vez que llegó tarde por su culpa.

Me senté en mi cama inclinando la cabeza con los ojos cerrados diciendo:

"Padre Celestial gracias por
darme la oportunidad de poder
ir a la escuela, y gracias por darme un
día más de vida, te pido por favor que
sea un buen día, en el nombre de Jesús,
Amén"

Agarre mi mochila y salí, tal vez llegaba a encontrar a uno de los chicos. Estaba abriendo mi casillero cuando sale la misma rosa, la mire un par de veces, y busque una carta, por suerte había una, la guardo en mi mochila y preparo mis libros para la clase de química.

Llegue al salón y vi a William en el fondo, leyendo un libro, corro y me siento a su lado. Resulta que las clases de química son en un laboratorio así que hay mesas de cuatro personas. Y por suerte la maestra se iba tardar.

-Hola William.- le digo con una sonrisa.

-Hola pequeña Esther ¿Cómo estás?- me devuelve una sonrisa.

-Bien feliz ¿Y tú?

-Bien mi querida Sherlock ¿Cómo va tú investigación?

-Oh definitivamente necesito a mi compañero Mycroft.- dije bufando.

-Bueno es tú día de suerte ¿Te han dado algo más que las rosas?- pregunto poniendo mucha atención en mi.

-También es tú día de suerte Mycroft por qué hoy recibí una nota.- puse mi mochila en la mesa y la abrí completamente. -El único inconveniente es que no se donde exactamente está, si me ayudaras a buscar seria más fácil.

-Esta bien, debe ser fácil.

William sacó algo al azar y sacó mi libreta devocional, puse los ojos como platos, pero el la dejo a un lado sin preguntar, saqué una cosa al azar y había un collar de hace 3 años. Pasaron unos cuantos minutos, ya teníamos la mesa llena de baratijas y aún no encontrábamos esa nota.

-Esther debes organizar esto, es un desastre.- dijo William aún buscando la nota.

-Lo sé, lo sé.- agarre mi mochila desesperada y la volteo haciendo movimientos bruscos para que saliera esa nota. Después de unos segundos salió una nota muy elegante de color verde esmeralda, mi color favorito.

La agarre rápido y le dije:

-¿Puedo ser la primera en leerlo?- dije poniendo ojitos de perro atropellado para que me creyera.

-Claro, yo te ayudaré acomodando este desastre.- dijo Will empezando a poner cosa por cosa acomodandolo de una manera ordenada.

Puse mi mirada en la nota y leí:
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El camino de una luciérnaga [Novela Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora