Los primeros días que me encerré en mi departamento no estuvieron tan mal, sentí que después de tanto tiempo podía descansar de todo, de las responsabilidades, de las fiestas, de las personas, pero luego las cosas se volvieron difíciles.
Comencé a pensar de más de nuevo, solo que ahora a un nivel muy impresionante, así que volví a hacer lo único que me llegaba a la mente en ese momento, tomar y drogarme, lo hacía todo el día, así que deje de notar cuanto tiempo pasaba. Aparte de eso, todo fue desapareciendo, mis emociones, la poca vida que me quedaba, es horrible en pocas palabras, logro callar mi mente por un rato, pero como sabemos, todo en algún momento baja, así que cuando lo hace me siento muerto, la cabeza y el cuerpo me duele como si me hubieran golpeado por horas, solo quiero llorar de tristeza y coraje, vomitar y terminar con todo esto, pero luego, vuelvo a hacerlo y el ciclo inicia de nuevo, día tras día, horas tras horas, minutos tras minutos.
Estoy solo, completamente solo, había ignorado las llamadas y mensajes de todos tantas veces que al final se cansaron, Stephanie vino algunas veces, pero no le podía hablar, ella apenas está logrando ser feliz, me odiará más a mi mismo por hundirla conmigo, así que con el tiempo dejo de venir, y sinceramente no se que de todo esto es mejor.
Es ese momento del día o de la noche, no tengo ni idea, en el que estoy un poco consiente, así que decidí meterme a bañar, hacía mucho tiempo no lo hacía y una parte de mi quería que eso me hiciera sentir mejor.
Salí de la regadera y camine a la cocine, es uno de esos días donde tengo un poco de hambre, sin embargo no tengo nada en mi cocina, tome mi celular y vi la hora 3:50 am.
A esta hora no hay ningún lugar de comida rápida abierto.
Tome una chamarra y mis llaves, salí del departamento y camine a mi carro.
No... No manéjate así.
Así que comencé a caminar hasta llegar a un pequeño súper que está abierto 24/7.
Compre una maruchan, unas papitas y algunos dulces, volví a mi departamento y me senté en el sillón para ver la tele, puse agua para mi maruchan y en lo que estuvo lista busqué que ver en la tele, pero sin dudarlo dos veces puse Hércules, siempre hacíamos eso cuando ella estaba mal.
"–¿Por qué Hércules?– le pregunté
–¿A qué te refieres?– me pregunto Elizabeth
–¿Por qué vemos esta película cuándo te sientes un poco mal?–
–Pero no te burles–
–No lo are, lo prometo– puse una mano en donde está mi corazón y sonreí.
–Está bien– suspiro y continuó
–Porque cuando Hércules era chico se burlaban de él solo por ser "diferente", el en realidad era un Dios, cosa que no sabía, luego, cuando se enteró, lucho y lucho para lograr llegar a la "cima" y sin saber que no estaba aún en ella, comenzó a ayudar a la gente e hizo cosas por amor, llegando ahora si a la cima, el nunca se rindió, fue fuerte a pesar de las burlas, de los problemas y de sentirse como un fracasado, así que me inspira, me hace volver a ser fuerte– cuando termino de explicarme noté que estaba nerviosa, movía sus anillos en sus dedos y tenía la mirada en el suelo, así que con una mano le levante la cara, le sonreí dulcemente y le di un beso en la frente.–¡Me prometiste que no te burlarías!–
–No me burlo Lizzie, me dio ternura, eres demasiado azucaradita– sus mejillas se volvieron de un rojo muy intenso, ella lo noto porque se llevó las mano a la cara casi inmediatamente, ahí si me burlé, me acerqué a ella y la abracé"
Me haces tanta falta.
Termine de ver la película y camine a mi recámara, llegue al buró y saque una pequeña bolsa, la mire por un rato, un largo rato, hasta que lo logre.
–Hoy no, durante un tiempo no– volví a guardarla y me tire en mi cama, luego de un rato me levante, camine a la cocina y la observé.
Es momento de recoger esto.
Prendí mi teléfono y vi la fecha Octubre 31 del 2024, okey, solo han pasado tres semanas desde que Nicolás vino.
Comencé por limpiar la cocina, lave los trastes, limpie la mesa, saqué la basura y recogí la sala, luego en mi cuarto saque la ropa sucia y la metí a la lavadora, después de un rato comencé a doblar la que salía de la secadora y a guardarla.
Quiero arreglar esto, pero primero debía arreglar mi entorno.
Tú me enseñaste a ser fuerte, ahora te lo demostraré.
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Respirando sin ti (#2)
Teen FictionEdwin ayudo a Elizabeth de muchas maneras, y aunque ella no lo supiera, lo salvo en más de una ocasión. Edwin parecía estar bien después de lo sucedido, pero luego llegó la universidad y las cosas cambiaron. Ahora el necesita respirar, solo que lo a...