20. Vida

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-Tienes que comer- me decía mi madre por decima vez en el día.

-No tengo hambre-

-Ni siquiera te puedes levantar de donde no tienes fuerza-

-No tengo hambre-

-Solo come este Sandwich-

-Lo voy a vomitar de todas manteras- me gire en la cama y le di la espalada -Solo déjame dormir- murmuré.

Mi madre no dijo más, dejo la comida en la barra y salió, tampoco tenia sueño, por más cansado que estuviera no podía dormir durante el día, solo estaba cansado, sin energía, tenia tres semanas aquí y solo empeoraba, el apetito cada vez era menor, las ganas de vomitar mayor, la falta de energía y el cansancio cada vez era más notable, algunas veces mis amigos vienen a verme en sus días libres y el fin de semana, pero no duran mucho, suelo molestarme más que lo de costumbre, todo esto esto es una mierda, me miran como si me fuera a quebrarme, me hacen sentir como si estuviera muriendo, así que solo pasamos un rato hasta que se cansan de mi actitud, pero ellos no lo entienden, los únicos que lo hacen son Nicolás y Cristopher, no me siento bien por gritarles, pero algunas veces lo necesito, me desquito con ellos y a pesar de que no se lo merecen, ellos nunca se han quejado, al contrario siguen viniendo, dejando que pueda sentir.

Semana 4

Estaba sentado en la regadera, ni quiera tengo fuerzas ya para mantenerme de pie al bañarme, algunas veces solo me tiro y dejo que el agua caiga por mi cuerpo, otras veces mamá me ayuda a lavarme la cabeza o el cuerpo, es vergonzoso, pero no puedo quejarme mucho.

-¿Hoy vendrá Stephanie verdad?- me pregunto mi madre al terminar de cambiarme.

Solo asentí con la cabeza, eso era lo que hacia últimamente, realizar gestos o acciones para no hablar, al final terminaba diciendo cosas hirientes, así que mejor me lo ahorraba.

-Bueno, entonces te dejare para que descanses- caminó hacía mi cama y me dio un beso en la frente -Te amo cariño-

-Yo a ti mamá- sonreí un poco y me acomode en la cama.

El resto de la mañana logre dormir un poco, luego logre levantarme para tirarme en el sillón, es cansado estar siempre en la cama, y para salir al patio tengo que bajar los primeros dos pisos por lo que necesitaría ayuda de alguien más

-Pasa- dije cuando alguien toco a la puerta.

Stephanie entro y camino hasta sentarse a mi lado en el sillón.

-Te traje estos libros nuevos, no son tantos, pero son por si ya te acabaste los que te traje la semana antepasada- abrió la mochila que llevaba consigo, saco la saga de los juegos del hambre y dos libros individuales, los tome y mire la sinopsis.

-¿Romance?-

-Se me acabaron los libros de misterios y asesinatos-

Los tome todos y los acomode en el escritorio que tenia al lado, tenia aproximadamente unos 20 libros ya, antes leer no era lo mío, pero ahora que tenia mucho tiempo libre leer era lo que más hacia.

-Hoy es un día bastante lindo, ¿Queres salir?-

La idea de verdad que no es mala, pero no quiero que ella tenga que lidiar conmigo.

-No lo se, bajar y subir será difícil-

-Hay un elevador Edwin, no será tan difícil-

-Apenas puedo estar de pie-

-Ahí hay una silla de ruedas, venga será divertido-

-Vale pues, vamos-

Stephanie se veía emocionada, lo que me alegro un poco, camino hasta donde estaba la silla y la llevo junto al sillón, me senté en ella y me llevo hasta el patio, a pesar de que puedo salir a Stephanie le gustaba imaginar que nos estábamos fugando, así que siempre que veía a una enfermera se escondía o corría.

Respirando sin ti (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora