13. Amarillo

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Pase un día o dos debatiendo sobre lo que debía y no debía hacer, camine por el departamento una y otra vez pensando sin parar, casi podía ver las pisadas marcadas en el suelo. Ya no quiero seguir así, ya no puedo, así que intento acomodar mis pensamientos para idear un plan, y aunque estuviera demasiado "claro", el saber que debo dejar las drogas y volver a la universidad, para mi es demasiado difícil y algo muy tardado, así que aquí vamos de nuevo.


–Buenos días Edwin, me alegras que volvieras–

Me senté frente al psicólogo y suspiré –No se alegre tanto, aún estoy averiguando que quiero hacer–

–¿Y por qué no te convence el venir?–

Sonreí de lado y agache la mirada –No estoy  seguro de que hablar sobre mis sentimientos sea lo que necesito–

Dejó su cuerdo en el escritorio y me miro fijamente –¿Entonces?, ¿Qué necesitas?–

–No lo se.... Yo solo...– me frote la cara con las manos y me recargue en el respaldo de la silla.

–¿Crees que es tonto hablar de lo que sientes?–

Levante la cara y fruncí el ceño –No, de verdad no lo creo, se que es bueno y que muchas personas lo necesitan, pero no creo que sea lo que yo necesito–.

–¿Lo has intentado?, El decir lo que sientes–

–No...–

–Bueno, entonces hagámoslo en este momento, así que dime que sientes–

–Quisiera saberlo, pero en realidad no siento nada, todo el tiempo estoy drogado y borracho, por lo que no tengo tiempo de sentir, luego, cuando todo pasa me siento vacío, como si no estuviera vivió, después de eso siento enojo, tristeza y decepción–

–¿Y esas tres ultimas emociones son hacia alguien más?–

–No lo se, antes un poco, estaba demasiado triste de haberla perdido, enojado porque nunca atraparon al imbesil que la asesino y decepcionado..... De mi, yo-yo se lo prometí, yo le fallé–

–¿Ella era tu novia?–

Sonreí amargamente –Si..... Mi novia– susurre.

–¿Cómo te sientes después de haberme dicho lo que sientes?–

–Supongo que igual–

–¿Supones?–

–No, estoy... Estoy mejor–.

En parte era cierto, hacía mucho que no podía hablar abiertamente de ella, nunca había logrado decir que éramos novios, nunca se lo pude pedir, pero, pero ella lo era, siempre lo fue para mi.

–¿Y que más pasa por tu cabeza Edwin?–

–Demasiadas cosas para decírselas todas–

–Tenemos tiempo–

Tome un poco de aire –La universidad es una mierda, la odio en pocas palabras, en un año iniciare clases en una carrera que ni si quiera me gusta, vi a mi padre ejercerla, a mi hermano estudiarla y simplemente la aborrezco, no es lo que quiero para mi, sin embargo.... No quiero decepcionar también a mi madre, ella me a dado todo y yo, yo soy idiota–

–Se que todos los adultos piensan que equivocarse está mal y es de fracasados, pero no es así, fallar es parte de la vida, cuando escogiste la carrera tenias solo 18 años, eras solo un niño, así que deberías hablarlo con tu familia, hablar no es malo Edwin, muchas veces se necesita para sanar–.

El resto de la tarde fue así, nunca creí que llegara a poder volver a hablar tan abiertamente como lo hacía con Elizabeth, es refrescante, pero a la vez es demasiado aterrador.

Al siguiente día fui a la universidad, necesitaba arreglar algunas cosas antes de tomar una decisión por completo.

–Entonces, ¿Aún puedo pasar el semestre?–

–Será algo muy difícil, pero es posible–

–¿Y podré cambiarme de carrera al final del semestre?–

–Si, los años que has echo son de tronco común, te será algo difícil porque muchas carreras implantan materias de esta en los años de tronco común, pero es posible Edwin–

–Muchas gracias maestra, de verdad– tome mis cosas y me levante de la silla.

–Edwin, ¿Te veo mañana?–

–La veré mañana– sonreí un poco y salí de la habitación.

Aún no me sentía capaz de manejar, así que camine hasta la universidad y de regreso, curiosamente todo se veía mejor, con un poco más de color, y aunque tal vez no hayan desaparecido, yo los había dejado de ver, pero por fin, luego de algunos años a blanco y negro, pode notar el amarillo del sol, y me hace sentir que ella aún está conmigo, porque ella era el amarillo, era energía, felicidad y luz, simplemente amarillo.

Respirando sin ti (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora