Parte |8|

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Gime de nuevo y le da una patada con el pie desnudo. Pero da igual; Emilio no estaba dispuesto a soltarlo, el cuerpo del menor estaba totalmente a su voluntad; con una mano lo agarro de la cintura y con él lo guio hacia su cuello, tomo su cabello estirando de el para obligarle a abrir la boca y recibir su beso.

Joaquín estaba ardiendo, su cuerpo recibió la oleada de calor al sentir el cuerpo de Emilio apretado contra él, pero no solo la temperatura de su cuerpo se había elevado, su sentidos habían sobrepasado los límites; se sentía fuera de control, totalmente ansioso.

"No es justo" pensó con desconsuelo "No es justo que siga teniendo ese efecto sobre mi" se odiaba a sí mismo y odiaba a Emilio por obligarlo a darse cuenta de su debilidad.

-Maldito bastardo.- exclamo cuando Emilio se separó de el para respirar

El mayor tenia las mejillas sonrojadas y los ojos obscuros debido a la excitación y frustración.

-Si, Joaquín- dijo entre risas burlescas- maldíceme cuanto quieras, pero sabes que me deseas, me desea tanto que no puedes pensar en otras cosa que no seamos tu y yo en esa cama.

Era la verdad, se sintió usado pero también el miedo lo carcomía en su interior; no importaba que tanto doliera como sujeta su cabello, se hecho hacia atrás dando el mayor acceso a cuello, y al mismo tiempo, quedando un poco alejado de su marido; a causa de sus buenos reflejos, Emilio tomo al menor por la cintura, acercando cada vez mas a su cuerpo.

-Que lindo-Su voz seguía llena de burla y sus ojos oscurecían cada vez más, el menor sintió algo de miedo al no saber si cambio era por excitación o furia, ambas malas opciones.

-¡Te odio!-

-Mejor asi- dijo Emilio atrayéndolo hacia el- así será mas fácil hacerte el amor de cualquier manera, sin importarle lo que sientas por mi.

-¡Estupendo! ¿porqué añadir una violación después de una infidelidad?

-¿Violación? ¿desde cuando he tenido que recurrir a la violación al acostarme contigo? ¡en toda mi vida no he conocido a un hombre mas caliente que tu!

-¿No, ni siquiera Camila?-

Emilio lo empujo y cruzo sus brazos por encima del pecho, como si se estuviera conteniendo para no golpearle. En sus ojos se veía dolido.

-Ya basta Joaquín – dijo entre dientes- deja ya de provocarme antes de hacer algo que nos podamos lamentar.

Joaquín se pregunto a que se refería; ¿acaso le estaba poniendo furioso para que le hiciera el amor?

Se dio cuenta que era eso lo que estaba haciendo eso exactamente. Tentándolo con cada mirada cuando tenía que irse de ahí mientras podía. Pero el quería alimentar su odio, llevarlo al límite de la angustia, su decepción, y sobre todo, el increíble dolor que no había abandonado su pecho.

Se oyó a si mismo a decir:

-Entonces ¡vete! ¿Por qué no haces lo que debes de hacer y te vas de aquí? ¡No hay nada que te impida escaparte con tu preciosa Camila!-

Un brillo, tal vez de angustia, cruzó por los ojos de Emilio. Se mordió el labio y tomo a Joaquín por los brazos.

-¡No!- dijo en un fuerte grito- ¡Tú! ¡Tú! ¡Tú!-

Con un rápido movimiento lo acorralo en entre sus brazos y la pared; lo siguiente estuvo muy lejos de llamarse "Amor", se volvió una batalla con el fin de encontrar quien podía excitar al contrario, una batalla de sentidos donde cada caricia era contestada por otra, a cada beso le seguía aún más lascivo, cada mirada recibía como respuesta una mirada de burla. En cuanto uno de los dos excitaba mas lo hacia el contrario, lazando un frenético torbellino de sensaciones dolorosas y rotas.

Por un instante Emilio pareció recuperar el sentido común y quiso alejarse de Joaquín, pero el se dio cuenta y tuvo miedo, pánico a perderlo una vez mas, se aferro a el y lo beso con locura. Emilio suspiro y pronuncio su nombre en una ardiente suplica; En aquello instantes era el quien jugaba el papel de seductor, el que dominaba la situación. Mantuvo aquel papel el desesperado inicio trágico final. Domino a Emilio y al final se aparto de el para regresar a hacer la pera de sus pensamientos por culpa de la frustración. Su cuerpo había exigido algo que se negaba a hace días, al contrario de como pensó que se sentiría, se sentía abatido, asqueado consigo mismo. "Así que ¿Quién gano la batalla?" se pregunto si esto le hiciera sentir mejor "Nadie" contestó su mente por el, dejando la presa en su frustración.

Su comportamiento le daba nauseas, habia hecho el amor con el y no porque quisiera si no por su miedo a perderlo. Era esencial para su salud mental saber que a pesar de todas las peleas que hubieron y habrá, el pequeño y aburrido Joaquín aun podía volverlo loco en la cama.

Tenia que reconocer que lo había deseado, el deseo se sentía por el no dejaba espacio al mas mínimo orgullo ni al respeto que sentía por el. Sin embargo, hacer el amor no había supuesto ningún alivio para la tristeza y el dolor que sentía desde hace tiempo; era como si su alma herida se negara a concederle a Emilio un respiro. Una solitaria lagrima resbaló por su mejilla.

Joaquín, en su desesperado deseo por mostrar que aun podía excitar a su marido, había perdido mas de lo que había ganado. Se había dado cuenta que ya no sentía lo mismo por el; había perdido toda la confianza ciega y con ella su forma de amarlo libremente. Le dolía y le daba miedo, se sentía aun mas solo que si aun Emilio se hubiese marcharse, porque aun no sabia si algún día se permitiría volver a sentir lo mismo que antes.

-¿Joaquín?- dio media vuelta Emilio lo contemplaba con una mirada sobria- lo siento- dijo tranquilamente

¿Qué lamentaba, hacerle el amor o toda aquella situación? "que importa" se dijo así mismo . se sentía vacío y solo y ningún lamento lograría que el se sintiera mejor

-Me avergüenzo de mi mismo- le dijo con voz grave y temblorosa

A Emilio se le humedecieron los ojos.

-Ven aquí- la estrecho entre sus brazos- Te juro que no volveré hacer nada que te haga daño, Joaquín. Palabra de un hombre que jamás se había sentido peor.

-¿Podría arriesgarse a creerle? Seria fácil; seria fácil perdonarle con la esperanza de que el perdón y el olvido se llevara el dolor para siempre.

-Te amo- le dijo Emilio con voz grave- Te amo mucho Joaquín.

-¡No!- exclamó Joaquín violentamente, abandono la idea del perdón al escuchar aquellas palabras falsas, ya le había creído una vez y solo le había servido para hundirse- No me hables de amor- le replico amargamente- el amor no tiene nada que ver con lo que acaba de suceder ¿o acaso te casaste conmigo por amor?.

-¡Claro que lo hice!- su voz grave comenzaba asustar al menor- porque te amo, y porque me amas.

-Lo hiciste porque estaba embarazado- susurro para si mismo.

Joaquín parecía tener un debate mental, odiaba admitir que Emilio tiene toda la razón, lo amaba, no podía sacarlo de sus pensamientos pero al mismo tiempo lo odiaba.
















-Jen♡

Un Esposo Infiel- Emiliaco |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora