Un Esposo Infiel- Emiliaco |Finalizada|

Parte |10|

Durante las dos siguientes semanas siguientes vivieron en una especia de tiempo muerto, como si su matrimonio hubiera entrado en coma. En realidad, se estaban tomando un tiempo, una tregua para recobrarse antes de afrontar su futuro.

Joaquín no volvió a dormir en la habitación de Tadeo; dormía con Emilio sin saber porque. Tampoco lo rechazaba cuando lo buscaba, en los largos silencios en los que se habían convertido sus noches; y llegaron a compartir afecto aunque aquellos encuentros no fueron suficientemente satisfactorios para ninguno de los dos. Joaquín se dejó llevar y recorría con Emilio el largo y sensual camino del placer, pero en los instantes de mayor intensidad, palpitando de placer entre sus brazos y sintiendo como el se estremecía, cuando los gemidos inundaban la habitación y el lugar completo comenzaba a oler a sexo, no podía dejar de imaginar a Camina en su lugar, de pensar que Camila lo había llevado al mismo lugar de pasión desenfrenada o seguramente ella lo hacia mejor, y en aquellos momentos se separaba de el con angustia, el placer de que iba tan rápido como había llegado.

Entonces se apartaba de su marido y se hacia un ovillo para soportar su desesperación en su soledad mientras Emilio estaba tendido a su lado cubriendo su rostro con una mano sabiendo, aunque nunca hubiera hablado de ello, que Camila se interponía una vez más en ellos. En aquellos momentos, el dolor de la infidelidad y la angustia de los celos atacaban a Joaquín con toda su crueldad y no podía soportar que Emilio lo tocara; el se quedaba quieto pensando en aquellos momentos con temor, porque sabía que, si había algo que podía hacer que Emilio regresara sin dudar a los brazos de Camila eso era su estúpido comportamiento en la cama.

Que Emilio viera aquellos comportamientos con el modo en que Joaquín quería vengarse de su infidelidad, solo hacía que se sintiese peor, porque era lo último que pensaba cuando Emilio lo buscaba. Y se sentía mas tenso y sufría cada vez mas cuando Emilio lo buscaba para hacer el amor, y porque sabia que no podía alcanzar una satisfacción plena. Y aun asi lo necesitaba a pesar de que no podía darle lo que pedía. Necesitaba sentir el pequeño placer de la primera cercanía y necesitaba saber que Emilio lo necesitaba.

La madre de Emilio empezó a pasar mas tiempo con Joaquín. No mencionaba la tarde que Joaquín había pasado fuera de casa, pero el hecho estaba ahí, aguardando tras sus cuidadosos gestos, tras la cautela con la que abordaba ciertas conversaciones. Niurka estaba orgullosa de su hijo. Era un hombre que se había hecho a si mismo, que había triunfado a pesar de las dificultades. Pero no estaba ciega ante lo que la tentación podría hacer a un hombre del calibre de Emilio. Era un hombre perspicaz, inteligente y lleno de vida; con veinticinco años ya era respetado en la comunidad de ejecutivos.

Su profunda mirada avellana y la capacidad de sacar dinero de donde no lo había, hacia un hombre muy interesante para el resto de las mujeres. Aunque nadie le había dicho nada del porque el matrimonio de su hijo pasaba por momentos difíciles, Niurka no era tonta y tenia una idea bastante acertada de la realidad. Asi que decidió pasar mas tiempo con Joaquín para brindarle apoyo moral. Joaquín se lo agradecía, porque en el mundo extraño en el que había estado viviendo, se dio cuenta que ella era su única amiga.

Se sentía decepcionado de si mismo por haberse dejado llevar hasta convertirse en una persona vacía. Su hogar, que en el paso era su orgullo y su gozo, se había convertido en el principal objeto de sus criticas. Podía ser un buen lugar para el, pero no para Emilio, su avance en la vida merecía una casa mayor, una que reflejara sus éxitos. Joaquín no dejaba de atormentarse recordando las veces que Emilio le decía que se quería mudar a una casa mas grande, mejor. Tal como había empezado a considerarlo últimamente, lo comprendía a la perfección. No había duda del porque no había llevado a ninguno de sus amigos a la casa; debía avergonzarse de su hogar