Parte |21|

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La noche siguiente...

El teléfono comenzó a sonar mientras estaba quitando los cubiertos de la mesa. Se dirifio al vestíbulo y levanto el auricular, frunciendo el ceño porque los niños tenían el volumen de las televisión demasiado alto.

-Dígame- dijo distraído tirando del cable del teléfono hasta llevarlo al salón.

Hubo una pausa y luego una voz femenina pregunto por Emilio

-Todavía no ha llegado- respondió Joaquín- si quiere, puede darle su mensaje cuando llegue o pedirle que la llame.

Hubo otra pausa. Joaquín miro al reloj de la pared. Tenía comida en el horno, si la mujer no se daba prisa.....

-Soy Camila Rojasa- dijo por fin y Joaquín se volvió absolutamente rígido

Joaquín siguió mirando el teléfono cuando Emilio llego unos minutos más tarde. Él lo vio nada más entrar y se detuvo al instante.

-¿Qué te ocurre?- le pregunto con impaciencia dándose cuenta que Joaquín sufria una especie de comnocion

Joaquín se llevo la mano a la mejilla, la tenia helada.

-Camila acaba de llamar- le dijo- quiere que la llames

Sin dejar de mirar a Emilio, se pregunto si se desmayaría o se pondría a llorar. Emilio se sonrojo y soltó un suspiro. Pocas veces había visto a Emilio con tanta emoción en sus ojos

Emilio dejo caer el maletín y suspiro con la mandíbula tiesa. Luego se acerco a un paralizado Joaquín, lo aparto del camino y se dirigió al estudio. Entro y cerro la puerta. Joaquín se quedo mirando, haciéndose preguntas de lo que acaba de ocurrir entre ellos, además de enojo que tenia lugar en su interior.

¿Emilio reaccionaba así con la simple mención del nombre de Camila? Joaquín contuvo un sollozo negándose a dejarse llevar por lo que ocurría en su interior.

¡Al saber que Camila acababa de llamar Emilio había corrido hacia el teléfono como si la vida se le fuese en ello!.

Estaba con Tadeo en el salón cuando Emilio entro en su búsqueda. Estaba pálido, y, aunque en su rostro había desaparecido todo rastro de emoción, podía ver huellas de la conmoción que sentía en los ojos. Sara corrió hacia el para abrazarlo, como de costumbre, pero solo recibió una caricia en el cabello. Dylan estaba viendo televisión y Tadeo estaba cansado, asi que se limito a dirigirle la mirada a su padre antes de volver a sumergirse en los cálidos brazos de su padre.

Emilio miraba fijamente a Joaquín

Lo siento- dijo con voz grave- le dije que nunca más volviera a llamar a aquí

-No importa-

-¡Claro que importa-exclamo Emilio violentamente. Los niños se dieron la vuelta para mirarlos. Se paso la mano por el cabello para intentar tranquilizarse.- Alex, Sara, quédense con Tadeo un momento mientras yo hablo con su padre.

Sin dejar lugar a protestas, levanto a Tadeo y lo dejo sobre le regazo de Alex. Luego dirigió a sus tres sorprendidos hijos una mirada tranquilizadora.

Se dio vuelta y tomo a Joaquín por la mano, al llegar al estudio lo soltó.

-Le dije que no debía llamar aquí- repitió- ¡le dije que si era muy urgente le digiera al equipo de limpieza que llamara en su lugar!¡pero que nunca llamar ella!

-Ya te he dicho que no importa

-¡Pero si importa!- estallo Emilio ferozmente- ¡Te ha hecho sufrir, y no quiero que eso ocurra!

-Entonces lo que tenias que haber hecho-....- Joaquín se interrumpió porque no quería insultarle, y encogiéndose de hombros, se acerco a su mesa- ¿Cómo es que sigue trabajando para ti?- le pregunto entre dientes- si decías que todo había terminado

-No trabaja para mi- dijo Emilio- trabaja para mi bufete de abogados. Hace meses que le pase mis asuntos a uno de sus compañeros.

Joaquín no le creía. Tenia grabada la expresión de su rostro cuando le aviso que Camila había llamado. Todavía recordaba como lo había apartado para correr a llamarla

-Entonces ¿Por qué te ha llamado?

Emilio suspiro. Joaquín estaba seguro que trataba de contener las emociones que le había provocado la llamada de Camila.

-Era la única que estaba en la oficina cuando llegó una información muy importante- le explico- lo bastante importante como para que yo lo supiera inmediatamente. Y no había nadie más en el bufete.

-Oh- exclamo Joaquín que no podía pensar en algo más que decir- Bueno, pues asegúrate que no vuelva a llamar- dijo fríamente, para acabar con el asunto.

Pero el incómodo silencio que se hizo a continuación le dijo que esto aún no había concluido.

-El caso es que- dijo Emilio con prudencia- Tengo que marcharme. Ha surgido un problema legal con el negocio en Vancouver, me dieron oportunidad de vernos en Busan, y tengo que volver a ala oficina para solucionarlo personalmente.

La compra de M&H y el negocio en Vancouver ¿Dónde estaba la diferencia?

-Claro que si, tu tienes que irte- dijo con acidez que fue como una bofetada en la cara- y yo tengo que meter a los niños a la cama.

Lo empujo con intención de abandonar el estudio. Pero Emilio lo detuvo

-¡No!- exclamo- voy a la oficina no a ver a Camila. No voy a verla, no quiero verla, estaré en la otra punta de New York ¿lo entiendes?

¿Entender? Si, por supuesto, Joaquín lo entendia todo

Le estaba pidiendo que confiara en el. Pero no podía, tal vez nunca podría volver a confiar en el.

-Tengo que acostar a Tadeo- murmuro y lo empujo para salir de la habitación.














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-Jen♡

Un Esposo Infiel- Emiliaco |Finalizada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora