Mi Compañera | 𝘌𝘥𝘸𝘢𝘳𝘥 𝘊𝘶𝘭𝘭𝘦𝘯 𝘺 𝘵𝘶 |

CAP 21: Llegó La Hora

𝗡𝗮𝗿𝗿𝗮 𝗧/𝗡

No pude hacer mucho, el tiempo ahora es vital, lo más seguro es que los chicos me hayan seguido. Tuve que parar en una tienda en Seattle a cambiarme de ropa, no podía llegar a New York así.

Después de mi transformación, me mantuve alejada por un tiempo de New York— en dónde nací —, pero luego volví y conocí a algunos vampiros de la zona, ellos me conocieron a la defensiva— en ese entonces yo ya no confiaba en nadie, por lo que nunca fui amable con nadie —.Mi semblante era duro y frío,  y ahora que volveré no puedo mostrarme diferente.

Necesitaba respuestas, respuestas que ellos podrían darme. En caso de no encontrarlos o que no sepan nada, entonces iré al lugar donde todo ocurrió, aunque me prometí no volver jamás.

Iba conduciendo rápido pero no demasiado, planeo volver a Forks antes del amanecer, no me esforcé  por ocultar mi "huida" porque era casi imposible, todos se preguntarán en donde estoy,— eso si es que no me siguen —Alice buscará en mi futuro y verá muchas cosas, de igual forma, algún día se enterarán de todo, de mi pasado y lo que me rodea...

Llegué al aeropuerto y bajé del auto, me dirigí a comprar el boleto para el próximo vuelo que salía en unos 40 minutos, pagué todo con mi dinero, no pienso gastar el dinero de Carlisle y Esme en ésto, evitaré involucrar en todo esto lo menos posible a mi familia.

×★×★×★×★×

Faltaban sólo 15 minutos para abordar, cuando sentí un olor muy conocido para mí, el olor de Edward.

Sabía que esto ocurriría, me sentía feliz por el simple hecho de saber que no me quiere dejar sola en esto, pero por otro lado estoy molesta y preocupada— molesta porque no le importó que le pidiera que no me siguiera y preocupada porque no puedo permitir que se meta en ésto — ¡Mierda! ¿es en serio?, puedo oler a Emmett y a... ¡Alice!, no puede ser.
Miré el reloj de mi muñeca y vi que faltaban menos de 10 minutos para abordar. Me levanté, seguí el olor y los vi.

Alice, Emmett y Edward estaban detrás de una tienda de bebidas y postres. Alice y Edward estaban de espaldas hacia mi y Emmett frente a ellos.

Alice:—¡Emmett no vas a comprar café!— espera, ¿qué?.

Edward:—¿Podrían callarse?— Emmett iba a protestar pero me vió, me crucé de brazos y alcé una ceja mirándolo molesta, tragó en seco. En eso Edward se tensa, leyó la mete de Emm, sabe que estoy detrás. Aclaré mi garganta y Alice y Edward voltearon.

Alice:—¡Oh, t/n!, que sorpresa— dijo Alice bastante nerviosa —¿Qué haces por aquí?— tenía que ser una broma.

T/n:—Hola Alice— le sonreí molesta, sin cambiar mi postura —Edward— lo miré entrecerrando los ojos, el sonrío nervioso — Y Emmett — Emm sonreía, pero me llamó la atención su olor, olía extraño —¿Qué hacen ustedes aquí?— pregunte cambiando mi tono de voz para que notaran lo molesta que me encuentro.

Alice:—Eh. no-nosotros, venimos a...— Alcé las cejas y asentí levemente para que siguiera.

Emmett:—¡A comprar café!—  miré a Emmett confundida, ¿café? ¡por Dios!, la mentira más barata que me han dado.

Alice:—¡Sí!, bueno, no para nosotros— se señaló a sí misma y a Edward —Nosotros venimos a acompañar a Emmett— Emmett asintió.

Volví a oler a Emmett, lo más extraño es que olía a algo fuerte y pensándolo bien, sí olía a café. Aunque obviamente no venían al aeropuerto a eso, miré a Edward, con mi rostro serio, le permití leer mi mente.

~Edward, ambos sabemos que es mentira, queda en tus manos qué tan molesta quieres verme~ Él me miró nervioso y asintió.

Edward:—Sí, te seguimos— suspiré fuertemente y rodé los ojos colocado mis brazos en jarra —pero fue porque nos preocupamos por ti, no sabemos nada y nos preocupas— me miró suplicante.