Capítulo 8

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Buenas, buenas.. espero que estén bien y les vengo a decir, comunicar, aclarar, recalcar como sea que esté capítulo contiene un poco de [ +18 ]🤙

Aviso por las dudas, ahora sí continúen con la lectura:

Toda está semana Max me hizo compañía soportando mis cambios de humor, a la vez que nos seguimos conociendo. Hablamos del amor de sus padres: Carlos y Juan. También de la poca relación que tiene con su madre por diferencias, ya que su madre no acepta que su ex-esposo, Juan, esté en pareja con un hombre y Max lo defiende a capa y espada.

Cae mal, la señora.

Si que si, conciencia.

Noticias del momento: Mi bendita menstruación se fue y será por eso mi buen humor.

Iré a la biblioteca, elegiré el regalo para Lucas y luego iré a la academia: aún sigo practicando la nueva coreografía con mi pareja de baile, Noah. Antes de irme el sonido de mi teléfono me hace frenar, lo veo y es mi hermana.

Hermanita, Teresa  👩🏻‍⚖️


Kay, tenemos que hablar.

El sábado te quiero en mi casa, ve.
Cuídate, K.

11:42 am.

Frunzo el entrecejo, ella no suele escribirme a menudo y lo hace más que nada porque será algo serio. Dejándome con la duda, le respondo que estaré ahí el jueves a la mañana.

Vuelvo a guardar mi teléfono en mi bolsillo, giro el pomo de la puerta, la cierro detrás de mí con llave y al darme la vuelta me quedo congelada en mi lugar.

Creo que tuvimos un orgasmo visual.

— Confirmo. — susurro.

Tendría que apartar la vista pero sinceramente no puedo y me reprendo por eso. Joder.

Está Lucas con ropa deportiva, su cabello negro mojado por el sudor. Al verme ser quita los auriculares dejándolos colgando en su cuello. No puedo evitar quedarme viendolo intensamente y más aún cuando él se acerca a paso lento con una pequeña sonrisa.

— Bonita, tanto tiempo. — habla con su respiración algo agitada sacándome de mi embelesamiento.

Sacudo la cabeza y carrapeo por lo bajo, le doy una sonrisa.

Sip, tanto tiempo. Justo estoy por irme a la biblioteca. —comento dejando mis descarados ojos verdes en sus orbes azules. — Como estás, querido Grey? — pregunto.

Él sonrió de lado con chulería, se cruza de brazos. Logran que por un momento, un buen momento, mi mirada se dirige a sus brazos que se tensan y se notan bastantes firmes. Carajo.

Vista al frente, soldado.

Eso hago y deseo que no haya visto mi mirada de pervertida en él. Concéntrate, Kay por dios. Es tu mejor amigo, no una bolsa de papas que quieras devorar.

— Estoy bien, siguiendo lo que él doctor me recomendó: hacer ejercicio para mejorar aún más en mí brazo y piernas. — asiento algo sorprendida. — Además de quemar energías y liberar mi mente de tanto estudiar. — suelta con un suspiro cansador.

Ladeó el labio en una mueca de compasión y preocupación. 

— Cómo vas con la universidad? — pregunto.

— Es un lío, trabajos y exámenes que me toman horas pero es lo que me gusta. — vuelve a suspirar —

— Piensa que falta poco para que termine el año y que estas esforzándote. — murmuro. Saco mi teléfono y miro la hora.— Se me hace tarde para abrir la biblioteca, nos vemos, sí?

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