Apocalipsis SasuNaru (Omegaverse)

capitulo 3: (bienvenida)

- Sasuke...

El azabache abrió sus ojos parpadeando varias veces, intentando ver a la pequeña figura borrosa frente a él, que lo llamaba por su nombre de una manera muy especial. Justo frente a sus ojos, se encontraba un niño rubio con una sonrisa demasiada cálida e inocente, tal y como lo solía recordar. El niño se acercó hasta Sasuke y lo tomó de la mano.

-¿Qué ocurre Sasuke?... estas raro – dijo el niño acercándose al rostro del más alto. El azabache se sonrojo negando con la cabeza, apretando más el agarre del rubio, como si no quisiera soltarlo, el menor rió y jaló al pelinegro consigo.

-Vamos, hay demasiadas personas y me da miedo, podría perderme...así que no te separes de mi –. El Uchiha sonrió, dándole un pequeño toque en la frente al rubio con dos dedos.

-Claro, solo espérame un segundo, iré por algo de comida.

-Bien, no tardes.

El cuervo se dirigió hacia una máquina expendedora, podía escuchar el sonido del tren llegando a la estación, cosa que lo puso nervioso por alguna razón y se apresuró a terminar de comprar las cosas, para después dirigirse de nuevo donde había dejado al rubio. Pero al regresar el Omega ya no estaba ahí.

-¿Naruto? – dijo confundido el pelinegro, escuchó el silbido del tren, y después vió como el tren comenzó a partir, donde llevaba al menor abordo.

Ambos cruzaron miradas, los ojos del rubio estaban apagados, su mirada era fría y lo miraba con odio. El azabache intento buscar alguna señal, alguna respuesta para aquello. Pero no pudo hacer nada, solo se quedó parado ahí, inmóvil, su alfa comenzó a aullar de pesadumbre, pero el no pudo hacer nada. Lo más doloroso era ese repentino comportamiento frió, era como si el rubio lo hubiera rechazado.

¿Por qué lo miraba así?...

¿Por qué se iba sin él?....

*********

-ke...Sasuke.

-¡Sasuke!.

El alfa abrió sus ojos pesadamente, dió un leve gruñido a la persona que interrumpió sus sueños.

-Al fin...- dijo la alfa de cabello rosa - Estamos por llegar.

Sasuke miró hacia la ventana, y efectivamente, ya habían llegado a la base de Sai. Las rejas del lugar se abrieron y los 4 camiones entraron para que después las rejas se volvieran a cerrar.

Una vez que el camión se detuvo, Sasuke bajó, ayudando también a salir a los tres niños que viajaron con ellos, mientras que Jūgo daba la orden a los demás para que bajaran todas las provisiones de los camiones y unos cuantos hombres de Sai se llevaban a las personas del grupo de Sasuke, para acomodarlos a cada uno en la zona donde residirían.

- ¡Al fin! ¡hemos llegado! – gritó Konohamaru, corriendo apenas bajo del camión, siendo seguido por sus dos amigos, pero la alfa los detuvo antes de su escape.

-Aun no pueden irse ¿recuerdan?, dijeron que iban a quedarse con nosotros...así que nos tendrán que seguir todo el tiempo – dijo Sakura, regresando donde los demás estaban reuniéndose. Los niños hicieron un puchero, y comenzaron a seguir a la alfa de mala gana.

-Que bien que hayan podido llegar sin ningún contratiempo – hablo Sai acercandose al grupo.

-Claro, no tuvimos ningún contratiempo.

-Me alegra – dijo Sai con una pequeña sonrisa – aunque algunos ya nos conocemos desde antes, prefiero presentarnos formalmente. Pues a partir de ahora estaremos trabajando juntos.

-Por supuesto – dijo Sasuke señalando a la pelirosa a su lado -Ella es Sakura. Una alfa, y nuestra medico principal – Sakura hizo una leve reverencia.

-¡Porque las formalidades! Sakura y yo ya nos conocíamos mucho antes – habló una rubia, tomando a la pelirosa y abrazándola por los hombros. Sakura se tambaleó por el peso de la chica, por suerte logro equilibrarse e intento alejar a la chica de ella pero está era persistente.

Sai prefirió presentar a la rubia el mismo.

-Ella es Ino, una beta y una de nuestras medico...ya conocerán al resto a su tiempo.

-Y Shikamaru. Nuestro estratega, un alfa – señalo Sai al de coleta que estaba junto a él bostezando.

Konohamaru estaba detrás de la pelirosa, tuvo que alejarse de ella, pues la rubia casi lo tiraba por el empujón que le dio a la alfa. Con precaución, el omega volvió a acercarse a la Haruno.

-Hermana Sakura ¿podemos ir a jugar ya? – dijo el castaño, y los tres niños vieron de manera suplicante a la alfa.

-Oh... ¿quiénes son estos pequeños? – dijo Ino, dándose cuenta de la presencia de estos.

-¿eh? oh...bueno, ellos nos acompañan casi siempre a todas partes, son los únicos cachorros que no tienen algún familiar en nuestro grupo...mmm veras – Sakura se acercó a los tres niños –  la pequeña alfa de por aquí, se llama Moegi, el otro pequeñín es algo tímido, se llama Udon y es un beta... y el pequeño energético de aquí se llama Konohamaru, el único omega de su generación.

-Oh, valla ¿de verdad?... en nuestro grupo casi no tenemos omegas a excepción de Deidara, él se encarga de la seguridad del perímetro. Tal vez cuando se conozcan puedan llevarse bien – la beta sonrió.

Itachi, al escuchar el nombre de el omega rubio, salió disparado para preguntar su paradero, quería verlo cuánto antes. Pues si bien ellos vivían en grupos diferentes no era algo que les impedía mantenerse en contacto, además Deidara se había dejado cortejar meses atrás por el azabache mayor.

**********

Cuando cayó la noche, todo ya había sido acomodado, y las personas ya habían sido instaladas en distintas partes donde estaban los dormitorios. Después de eso Sasuke había terminado de conocer a las demás personas restantes del grupo de Sai, y durante la cena conoció a tres más. Neji, un alfa castaño, Kiba, un beta y a Rock lee un también un beta.

Después de un día largo llego a su dormitorio, donde en un principio pensó compartirlo con Sakura, pues había dos camas, pero esta prefirió compartir habitación con la beta rubia, y su hermano con su pareja correspondiente. Así que, el quedo solo en una habitación, y a los niños los pusieron al lado de la suya, por si llegaran a necesitar algo podrían acudir al azabache

Sasuke, se recostó en su cama tras haberse bañado, donde solo se colocó unos pantalones dejando su torso descubierto, ya que así se sentía más cómodo, luego comenzó a pensar en el sueño que había tenido esa tarde, y lentamente comenzó a cerrar los ojos quedando completamente dormido.