Capítulo 15

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MARATON 1/1

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MARATON 1/1

Agnes Wilson

Todo está saliendo mal.

Y ni hemos partido.

Jayden ha venido al viaje, se supone que esto lo hago para olvidar mis problemas, pero el es mi problema principal. Las manos me tiemblan cada cinco segundos, no sé qué me sucede ¿Tendré la defensa baja? ¿Me estaré muriendo? ¿Es una señal? ¿Sera mi momento? Ok basta, estoy muy alterada en estos momentos. A Max le dieron de alta hace tres días y a pesar de haberme negado a venir a este estúpido paseo, si es que le podría llamar así, Amber seguía insistiendo en que fuera y ella se quedara con Max, que me garantiza que no se ira con su galán desconocido.

Ya no puedo estar cuidando de Max y Amber a la vez.

En los últimos días no e podido dormir, mi mente solo va a los recuerdos que invadieron mi cabeza la noche del incidente de Max. Iba a ir a donde la mentirosa de Jessie hablar con ella, pero todo el mundo se emplea en que tengo que descansar y no tengo que descansar, como me piden tal cosa mientras haya alguna probabilidad de que...

Bueno que haya tenido hermanos...

El caso es que Jenn no deja de insistir en hacerme sonreír, Iván que sabe toda la verdad no para de decir sus chistes absurdos para alegrarme y decirme que me tome vacaciones. El muy imbécil se fue no sé a dónde dejándome sola en pleno aeropuerto, por lo menos Jenn estaba ahí, pero mi mirada esta clavada en Jayden, quien hace unos días hizo sus también chistes absurdos sobre tomarme vacaciones de mi interpretación de la ley y el orden.

¿¡Porque todos piensan en descanso!?

Y no me hago pasar por la ley y el orden.

Miro a Jenn quien tiene unas cuantas maletas a su lado, mientras yo tan solo tengo una pequeña.

Jennifer regreso a casa de sus padres ¿Por qué?

Ni idea.

Bueno, tal vez si se porque, pero me parece muy absurdo. su padre solo quiere que Jenn permanezca con él, para llevar el imperio que ha nacido de generación en generaciones, ya que, si Jenn no existiera o no quisiera quedarse con su asqueroso dinero, el hermano óseo tío de Jenn, se convertiría en el propietario y dueño de la empresa, lo cual al padre de Jenn no le agrada la idea, el prefiere que Jenn tenga todo a que su hermano sea el dueño, por eso no puede perderla, no le conviene. El hombre le pidió perdón a su hija —Son obvia las razones— Jenn regreso a casa no tan segura, pero lo hizo.

No entendería esas cosas.

Problemas de gente con dinero.

No es necesario saber cómo lo sé.

Jenn a decidido olvidar lo pasado, sé que no puede, pero piensa que es la mejor opción.

—¡Que emoción! —Jenn me agarra del brazo agitándolo— Sabes cuantos canadienses debe de haber allá.

Fríamente Calculado (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora