Fríamente Calculado (EN EDICIÓN)

Extra: Iván y Ángela

Iván Steven

Un día como cualquier otro, conocí a una niña de cabello rojizo y unos ojos muy verdes. Desde el primer día que la vi, supe que me agradaría, más que eso, de algún modo también logré sentir algo más grande que una amistad.

Si, se que a estas alturas lo último que pensaría es en tener a Agnes como una novia. Pero era muy niño para saber lo que quería.

Al principio Agnes no parecía quererme como amigo o más bien no quería tener amigos, pero eso no me detuvo. La seguía a todas partes, parecía todo un acosador.

Aun lo soy... no mentira, que extraño seria.

El caso es que, de tantos intentos de tener a Agnes como mi amiga, se volvieron atracción, su forma de ser me era muy interesante. Aparte nunca fue como muy cuerda que se diga, hasta el día de hoy sigo pensando que se veía muchos animes psicológicamente maniáticos, de esos en donde los protagonistas eran unos psicópatas y al final morían.

Pero eran muy buenos, incluso me vi uno por ella, que casi logro superar mi novela preferida. Betty la fea.

Que gran novela y como me enoje cuando Betty no eligió a...

Carajos, Por qué siempre me desvió de los temas. Bueno, Me da mucha pereza seguir dando tantos detalles, iré al grano de una vez.

Me gustaba Agnes de niños. Por suerte fue un sentimiento que no duro mucho, así cuando en las novelas aparece una que se enamora del protagonista y siempre termina conociendo a alguien más.

Ese fue mi caso. Aunque yo no conocí a una chica, sino a varias.

Me llamaban "Johnny Bravo, el coqueto de las amazonas" bien épico el apodo, verdad.

Cada vez que me llamaban así, aplicaba la de "Les giño un ojo discretamente"

Ay, como me amo.

Volviendo al tema, me di cuenta que lo que sentía por Agnes era amor, pero no el amor que ustedes creen. Yo más bien la empecé a ver como la hermana que nunca tuve.

Bueno, si tengo una hermana, pero hagamos como que no existe.

Llegue al punto de protegerla de todo y ella protegerme a mí. Mientras más pasaban los años, más quería a Agnes, éramos como el clásico de las películas "el mejor amigo gay y la amiga que odia a toda la humanidad, pero a la vez cool" solo que yo no soy gay, creo, no sé, tal vez sea bisexual ¿o no? Bueno, serian cositas de la vida.

El caso es que cuando me enteré de lo que hizo, no supe como armar el rompecabezas.

¿Por qué mi mejor amiga de años asesinaría a alguien?

El pánico en mi era muy obvio. No todos los días se te acercan y te confiesan que cometieron un homicidio. Yo les juro que trate de entenderla, de buscar una explicación, incluso cuando me entere esperaba que me dijera que era broma o que fue un accidente, pero al parecer no fue nada de eso. Agnes había matado a alguien porque quiso.

No se mucho sobre su pasado, ella no suele hablar de ello. Pero se que no conozco a la Agnes de ahora...

—¿Qué fue lo primero que paso por tu mente cuando me viste? —Me pregunta Ángela acostada sobre mi pecho con su vista al techo, casi asfixiándome.

—No puedo respirar...

—¿Eso pensaste? —Frunce el ceño— Eres muy extraño ¿sabes?...

—No, no. Chiquita, levántate que no puedo respirar.

—Ay, perdón —Se levanta quedando sentada mirándome con el ceño fruncido— Tengo macarrones en la cocina ¿quieres?

—Me preguntaste algo —Trato de recordarle.