❦ ❧ 29 ❦ ❧

390 66 2
                                    

Un nuevo día hacia presencia todo era absolutamente bonito una brisa fría, pero ese amanecer tan precioso se hacía presente.

Puedes despertar muy temprano en la madrugada, pero el destino habrá despertado media hora antes. El amanecer tiene una grandeza misteriosa que se compone del residuo de un sueño y de un principio de pensamiento.

El amanecer es el momento en el que nada respira, la hora del silencio. Todo está paralizado sólo la luz se mueve.

Jimin sonrió en grande admirando la grandiosa vista desde el balcón, nunca era de las personas que se levantarán temprano y mucho menos en vacaciones, ¿Qué clase de psicópata hacía eso?; Llevándose la contraria este día se levantó de la cómoda king zice de Taehyung, su corazón aún dolía, después del mal rato de esta madrugada no sé le ocurría nada coherente para cuestionar a su novio.

No quería incomodar a Taehyung, pero tampoco seguiría evitando las ganas de llorar y largarse lejos de él.

—No puedo creer que esté viendo bien—La voz perezosa de Tae le hizo girar en su mismo eje lo diviso bien y formó una ligera línea entre sus labios— el día luce diferente, ayer prácticamente hubo un chubasco y ahora todo pinta para un día limpio y hermoso —murmuró de nuevo con una sonrisa, se levantó de su cama haciendo esta crujir camino hasta el rubio y descanso su mentón sobre su hombro.

—Tuve ganas de iniciar temprano el día, hoy comenzaré con las maletas para la universidad—Jimin chisto evitando la mirada de Kim, trago duro girando un poco su rostro y acercándose más al barandal, una vez que estuvo frente la vista del campo habló de nuevo—El día es como los humanos, misteriosos, oculta secretos, ¿No lo crees?.

—Oh... Jamás había pensado en eso, eres muy inteligente Minmin—Tae aún somnoliento paso por desapercibido el estado decaído de su novio, el silencio inundó la habitación, la respiración irregular de Jimin era lo único que se escuchaba.

Se separó del agarre del mayor y bajo a la cocina, buscando un autocontrol inexistente, ¿Cómo se supone que debía reaccionar?, él se sentía sobrante en la casa donde se ubicaba ahora mismo, parecía que él ya no encajaba en la vida del mayor de ambos, dió un trago largo a un vaso de agua que sirvió segundos atrás descolocado de la situación fue que Jimin prefirió salir en busca de su ropa.

—Jimin, ¿Qué sucede?.—Tae bajo apresurado las escaleras buscando al rubio quién tras escuchar su voz quiso meterse bajo tierra o poder volar para salir como un ave de ese lugar.

—Taehyung, prefiero no darte molestias necesito irme y pensar —Jimin farfullo alejándose del pelirrojo quien inconsciente de lo que Jimin ya sabía corrió detrás de él.

—No estoy comprendiendo ni un poco lo que sucede, ¿Puedes quedarte y hablamos mientras desayunamos?—Tae suplico tomando al de mejillas grandes entre sus brazos, Jimin se hiperventi lo ante su tacto, no podía negarse a esos ojos.

—Esta bien, promete que después de saber la verdad no te pondrás histérico o simplemente no te molestes conmigo.

—De acuerdo, lo prometo, confía en mí Minmin—Tae achico sus ojos dejando ver esa lisa sonrisa el pecho de Jimin se estrujó con más ganas, ¿Confíar en él?, Ya no le era posible.

Fresas, mango, kiwi, uvas, zarzamoras, plátano, crema de batir, avena y una cereza era lo que Taehyung había picado y tomado para decorar los panqueques del desayuno, estos eran de chocolate con un exquisito vaso de leche de fresa y uno de leche de chocolate, sonrió orgulloso por su creación, su vista fue a las escaleras pues se escuchaba ruido proveniente de allá, de estás bajaba Jimin aún distraído y ya arreglado, se encontraba ensimismado, alejado de su realidad.

𝓓𝓝𝓐  ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora