Epílogo.

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Los rayos del sol inundaron aquella habitación por lo cual Jeon Jungkook talló sus orbes con sumo cuidado para no lastimar se, era algo raro el dolor que sentía en sus caderas, tenía flasheos bastante borrosos de la noche anterior, giro su vista encontrando la espalda de su mayor desnuda, no era nada nuevo Kim siempre andaba así, se puso de pie pero retrocedió a ocultarse bajo las sábanas tras notar que no había ni una prenda encima de él.

—¡Oh! — soltó con una sonrisita dibujada en su rostro tras haber recordado la noche anterior, sus mofletes se ruborizaron, tomo aire y volvió a reír bajo. —Sin duda el mejor regalo de cumpleaños.

—Buenos días primor—La voz ronca y floja de Kim le saco de sus pensamientos se giró un poco e inclino la cabeza para besar al rubio.

—Buenos días mi amor —Murmuro gustoso al sentir el tacto cálido del mayor deslizar por sus piernas, estaba enamorado de eso no tenía duda alguna. Kim correspondía gustoso al beso, con bastante dedicación bajo sus manos hasta los muslos del menor le atrajó a él y le sentó encima de su regazo.

—Basta porque me sonrojo todo sigue siendo nuevo para mi— Musitó riendo la risa del mayor sobre sus labios fue una experiencia única, suspiro y se aparto, hace cuánto había necesitado la cercanía que le brindaban en este momento.

—¿Has descansado bien?—Pregunto Kim peinando sus hebras con cautela.

—Bastante, pero ahora no me puedo mover tan bien que digamos —Chillo con una mueca muy notoria de dolor no le estaba pareciendo tan bonito cargar con eso ahora.

Cerro con frustración sus ojos recordando que su amado le organizó una fiesta para revelar lo del matrimonio, ahora todos sabrían que Kim Taehyung le había llenado tan bien por su cumpleaños, no fue malo, pero sería tan revelador que aún no imaginaba como estaría de un probable tono carmín.

La pareja había ensamblado una conversación bastante larga que ninguno quería que su tiempo libre concluyera, si bien todos los preparativos de aquella fiesta estaban concluidos sin embargo aún estaba pendiente lo que ambos usarían y la icónica petición de la mano frente a todos del menor.

Durante el resto del día se pasaron las horas decorando aquel salón de globos blancos y azules a petición del festajado y futuro novio Jeon. Había sido todo un debate sin un final el decidir si dejarían el apellido de Kim como correspondiente a su nombre familiar o el de Jeon, Jeon Taehyung o Kim Jungkook, aunque honestamente Kim prefería que fuera el suyo.

En este preciso momento ambos jóvenes paseaban por el parque que quedaba cerca del salón donde llevarían acabó el evento, cada uno se dedicaba a encontrarle una figura única a las nubes, si bien dicen que las vistas al cielo solo se comparten con una persona especial, y ellos eran la persona especial del otro.

—¿Y cómo fue que te surgió la grandísima idea de hacer esta fiesta?—Enarco una ceja observando incrédulo a su pareja quién sobre su codo se recargo y descanso su mentón sobre la palma de su mano.

—Hemos estado tan estresados, por eso, también por lo que te mencioné anoche, tenemos que hacer mención de nuestra boda—Concluyo encogiendo uno de sus brazos.

Unir a dos personas en sagrado matrimonio es unir en espíritu cuerpo y alma dos seres eternamente enamorados.

Uno de los protagonistas prevaleció en silencio perdiendo su miraje en los ojos contrarios era como ver un mar en ellos, se recostó quedando debajo de la vista de su novio carraspeó un poco antes de apretar las mejillas de éste.

—Nunca ví posible poder estar de nuevo contigo.

—Lo has dicho miles de veces cariño, y tienes razón pero ahora estamos aquí juntos a días de casarnos. —Inclino su cabeza para poder besar a su amado.

𝓓𝓝𝓐  ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora