𝓓𝓝𝓐 ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

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Besar los labios de Taehyung se sentía como estar en el cielo pero también como pisar el infierno, habían pasado de besos torpes a toques pasionales el cuerpo de ambos quemaba, nunca habían pensado o tener idea alguna de su descaro sin embargo hoy habían entendido que cuando de ellos se trataba no había límites para algunos sería un poco y un tanto arriesgado pero a ellos les gustaba arriesgar.

La cámara estaba en los pasillos quizá después tendrían problemas si los veían salir juntos de aquel baño, pero que más daba eso no importaba ahora, solo se enfocaban en los labios del otro. Siempre fueron amantes de lo cliché y divertido dos almas que en varias ocasiones parecieron opuestas pero sin razón alguna terminaban complementando se mutuamente.

La jugada siempre había sido difícil, Taehyung se habia enamorado pero Jungkook se había enamorado más fuerte. En esta historia era el mismo amor tan igualitario, las piernas de Jeon buscaban aferrarse a la cintura de Kim, el espacio era tan reducido que decidieron alejarse un poco dejar eso para después. Primero salió el de hebras doradas vigilando que nadie sospechara se fue a su lugar agradecía internamente que en su sección todos descansarán, con su celular escribio un texto un poco legible.

Amor ❤

👥😴👀

“Todos están durmiendo ven aqui.”

Jeon salió del baño yendo a donde su novio, había tardado cinco minutos en descifrar el mensaje odiaba cuando Kim usaba emojis para hablarle, se sentó en su lugar viendo la hora faltaba menos para llegar a la dichosa Francia estaba ansioso conocía el lugar inconscientemente, podía llevar a Kim a lugares donde antes hubiera querido.

Cerró los ojos descansando en el hombro de su amado, no comprendía como es que el chico que tanto amaba pasaba leyendo durante un vuelo, estaba seguro que si fuera él estaría vomitando en el baño justo con el primer párrafo.

Sus ojos se sintieron relajados al igual que su cuerpo había tocado la tierra de los sueños. En las manos de Kim Taehyung se hacía el famoso libro de Julio Verne "Veinte mil lenguas de viaje sub marino".

Kim era amante de la literatura podía pasar horas y días leyendo alejándose de su mundo, aunque llegaban los momentos en los que dejaba a la mitad los libros volvía a leer desde el inicio si es que gustaba en reiniciar su lectura.

Tenía días deseando poder leer las bellas palabras y formas de expresión de Julio Verné es por eso que decidió dar inicio a su libro, recuerda que cuando era más joven moría de ganas de ser un gran escritor. Jamás había imaginado que se volvería un violinista y pintor reconocido amaba sus vocaciones más que a nada en el mundo.

Tenía como cualquier persona sueños rotos e incluso perdidos sin en cambio lo que tenía ahora lo agradecía hasta de rodillas. No notaron cuando el avión aterrizó su destino por fin había llegado.

Londres.

Londres el lugar que les vio hace años amarse en secreto, siendo tan unidos en la época incorrecta, quizá aún no en todos lados se veía gente apoyar a la comunidad LGBTQ+, pero a pesar de todo la gente que aceptaba el amor de diferente manera valía oro.

Ambos chicos abandonaron el avión juntos, no pensaban separarse por nada en el mundo, eran ellos contra todos. ¿Acaso no eso es amor?. Siempre iban tomados de la mano, la vida no siempre es justa, si, pero cuando encuentras a la persona indicada sientes que puedes con todo, a todos nos suele pasar que dejamos a alguien y nos marca incluso llegamos a perder todo tipo de conexión con el mundo exterior.

Hay amores que curan, marcan, destruyen, reconstruyen, e incluso los amores que hacen todo en un solo pasé. El amor de Jungkook y Taehyung es así, en el pasado se amaron, ambos aprendieron a ser uno, pero el destino y el ambiente de aquella fría época los separó, gracias al destino y quizá a dios ellos volvieron a encontrarse a sanar todo a reparar cada herida.

Jungkook miro con cariño a su chico, sonriendo como un enamorado perdido en el significado de la palabra echizamiento, cada que sus ojos conectaban con los de Kim Taehyung no podía evitar sonreír sentir un choque eléctrico en su corazón, su ser gritaba "estoy rotundamente enamorado", no se veía nunca más lejos de Taehyung.

Él nunca se alejaría tratará de ser lo mejor para jamás separarse de su novio, eran novios, eso siempre fueron.

Dos almas conectadas como el fierro y el imán, se atraían bastante como el globo y la estática de un cabello, funcionaban increíblemente como un celular y un cargador.

Enamorados, felices, unidos, inseparables, no importaba que tan rotos estubieran ellos son tan fuertes juntos que sobreviviran a todo lo que el mundo les ponga de muro.

Taehyung suspiro buscando aquella casa que nunca olvidará, la casa que fue víctima del amor incondicional que le tuvo a Jeon, cuando por fin recordó dónde se ubicaba halo la mano de su fiel acompañante, al llegar busco la llave dónde la guardo la última vez que estuvo ahí adentro, se adentraron juntos, el estado de aquella morada no era la mejor, ellos se las arreglarían por dejar estable la casa.

Solo era cuestión de cambiar algunas cosas y desempolvar los muebles, Jeon se dejó caer con cautela al sofá riendo tranquilamente buscando juguetonamente al chico de cabello rubio, sus orbes chocaron con unos más oscuros, llenos de amor, un rojo carmín inundó sus mejillas con la mano formó un ademán pidiendo que su amado se acercara y así lo hizo.

—Gracias por seguir conmigo, seremos felices, está vez si lo seremos.

—No importa el lugar o circunstancia mientras yo esté contigo soy feliz, te amo—susurro en los labios del menor , el contrario respondió con una sonrisa tierna paso sus manos por el cuello del mayor y le beso tranquilamente, acaricio sus hebras, Kim le tomo de la cintura y cedió a su chico un beso cauteloso lleno de amor.

Amor es la palabra.

Ellos son el significado.

Al separarse se miraron fijamente analizando el semblante del contrario velozmente Tae subió a Jeon a su regazo le abrazo unos segundos y se separó rompiendo aquel lazo de calidez entre ambos, su pequeño novio frunció los labios formando un puchero muy notorio.

—Deberíamos comer algo muero de hambre, después vendremos a limpiar aquí.

—Esta bien solo porque mi príncipe muere de hambre—rio bajo poniéndose de pie dispuesto a salir para complacer el estómago hambriento de su querido novio.