ʚ• Capítulo 2 •ɞ

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—Debes saber que el CEO Park no es precisamente la persona más paciente, por eso siempre despide a sus asistentes, te conozco y te agradecería que evites tus imprudencias —Yoongi le recrimina con la mirada—. Vas a ganar bien, así que te conviene conservar el trabajo.

No es que Hoseok creyera que Yoongi era un cavernícola sin modales, pero la verdad es que su amigo era demasiado coqueto y confianzudo y si algo detesta Park Jimin, es precisamente eso.

Yoongi escucha una notificación de su celular. La nana de su cachorro le ha mandado un mensaje diciéndole que tuvo un imprevisto con la universidad, por lo que necesita la dirección de donde se encuentra para pasar a dejar al pequeño Daehyun.

—Mierda...

—¿Qué pasó, Yoonie?

—Lisa... La nana de mi bebé necesita ir a arreglar unos papeles, tiene que venir a dejarlo conmigo.

Ambos salen del elevador y Hoseok asiente, entendiendo.

—¿Puedes ir con el CEO? Presentate y yo iré por tu cachorro, lo tendré conmigo.

Yoongi se muestra reacio, el pequeño no tiene confianza con los extraños, pero tampoco tiene otra opción, así que le envía un mensaje a Lisa diciéndole que le entregue su hijo a su amigo.

Hoseok le anima y se despide. El alfa se acerca a la recepción de dos escritorios, tal parece que ya conoce su nuevo lugar de trabajo. Camina hacia las dos puertas marrones, en una encuentra el gafete de Presidente Park Jimin y en la otra, Vicepresidente Park Taehyung.

Respirando profundo abre la puerta.

La imagen con la que se encuentra le impresiona, un chico de cabellos rubios está sobre las piernas de un alfa, besándolo con pasión y desespero.

Los destellos de excitación perduran en la habitación y cuando siente el aroma a miel y menta, creando la combinación perfecta, su lobo gruñe molesto. Siente otro aroma tenue que apenas puede descifrar debido a las desagradables feromonas.

Por un momento conecta su mirada con los ojos del omega, quien se suelta del agarre que el hombre ejerce sobre su cintura.

Puede observar el movimiento de los labios del omega murmurando unas cuantas palabras a su acompañante, quien refleja su molestia frunciendo el ceño.

Pasando sus manos por su cabello para arreglarlo, el omega camina hacia donde se encuentra Yoongi, lo mira despectivo y murmura:

—¿No te enseñaron a tocar?

Yoongi sigue en trance, no puede reaccionar pues ni si quiera se da cuenta que el alfa abandona la habitación, solo siente como su lobo murmura un sinfín de maldiciones en contra del desconocido.

—Lo siento... Hoseok me dijo que venga a presentarme... Min Yoongi —hace una reverencia—. Su nuevo secretario.

Jimin lo analiza, se encuentra más interesado ahora y ya no le molesta para nada la interrupción. Su lobo alza la cabecita y mueve las orejas, corre de un lado a otro feliz, se deleita con el chocolate, pino y los destellos de lima fresca que desprende el alfa pelinegro.

Es absorbente, atrayente y solo desea mostrar el cuello sumisamente.

Mío.

Lo quiero, Jimin.

Se sorprende porque su omega no ha mostrado interés por nadie, todo es sexo casual, encuentros con otros alfas que han sido aceptados por ambos para desestresarse.

Quiero a Yoongi. También quiero cachorritos.

Jimin sonríe sarcásticamente por los impertinentes comentarios de su lobo.

—Me interrumpió... Eso no se lo permito a nadie.

Entonces, Jimin nota como el alfa tiene los puños apretados, su mirada está perdida.

Sabe que él también lo sintió.

Esa conexión que despertó con su encuentro.

—Lo siento.

—¿Me entrega el expediente?

Jimin decide ignorar lo que ha descubierto, Yoongi también parece sentirse más cómodo de esa manera.

Y es que encontrar a tu destinado en una escena subida de tono con otro alfa no es algo fácil de asimilar.

Son simples desconocidos unidos por el hilo del destino.

Jimin quiere maldecir a la Diosa Luna, es tan fuerte la atracción que siente, él creía que eso de las parejas predestinadas era un simple mito, ahora por fin puede entender la historia de Taehyung, esa que le llegó a contar el primer día que conoció a Hoseok, y la historia de sus padres, esos dos hombres que comparten un amor tan infinito como las olas del mar.

—Muy bien... Aquí dice que trabajó en un bufete de abogados... Tiene experiencia —Jimin no puede evitar que sus ojos se desvíen a un pequeño recuadro en la hoja de papel, ese en el que especifica que el alfa está soltero, por lo que sonríe aliviado—. Todo parece estar en orden, supongo que ya sabe donde ubicarse. Necesito que nos pongamos de acuerdo para que conozca mis horarios.

Jimin quería seguir hablando, pero una vocecita lo interrumpió.

—¡Papi! —chilla un pequeño niño que entra corriendo por la puerta que aún continúa abierta.

Frunce su ceño porque le causa inminente ternura.

Detrás de él llega Hoseok, demasiado pálido.

—Bebé —murmura el alfa y el pequeño niño corre a refugiarse en los brazos de su padre.

—¿Quién es el señor bonito, papi? —pregunta bajito cerca del oído del alfa, pero lo suficientemente fuerte para que Jimin logre escuchar.

El niño abandona el cuello de su padre para caminar hacia el rubio omega, despacio como si lo estuviera analizando.

—Hola mocoso —murmura en un tono dulce.

—Usted se parece a Ricitos de Oro, y huele muy rico.

Entonces, Jimin acaricia los cabellos negros del pequeño cachorro, mientras escucha como se presenta y a su vez los halagos que le da.

Hoseok lo mira como si no lo reconociera.

¿Qué le causa tanta sorpresa?

Él puede ser el omega más dulce cuando se lo propone.

—Yo me llamo Min Daehyun y tengo así —indica la pequeña palma de su mano.

Ese nombre es tan lindo.

Jimin y su lobo están de acuerdo en que padre e hijo son demasiado encantadores.

Jimin y su lobo están de acuerdo en que padre e hijo son demasiado encantadores

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°.•*¨♡ Alpha and his Puppy ♡¨*•.° YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora