°.•*¨♡ Alpha and his Puppy ♡¨*•.° YoonMin

ʚ• Capítulo 10 •ɞ

Después de la visita de sus padres, Jimin se concentró en terminar los pendientes. Él también iría a cenar por lo que debía apurarse.

Tomando su celular, le mandó un mensaje al secretario Min.

Secretario Min♡

Necesito que cancele cualquier reunión que tenga a partir de las 5 p.m.

Concentrándose de nuevo en su trabajo, pasó media hora hasta que una dulce voz interrumpió el silencio en el que se encontraba.

—Señor bonito.

La mirada del omega se concentró en el pequeño niño que entraba a su oficina.

—Mocoso —llamó—. Ven aquí —invitó palmeando sus piernas.

El animado cachorro corrió hacia el omega, un poco tímido porque ansiaba refugiarse en ese delicioso aroma que tanto lo reconfortaba.

—Papi dijo que no podía molestar —puchereó acusando al alfa—. Yo solo quería hablar con usted.

Jimin sonrió acariciando los pequeños mofletes, cuando Daehyun sonreía se formaban unos bonitos hoyuelos en la terminación de sus labios.

—¿De qué quieres hablar?

—Tengo que hacerle una invitación —dijo juntando las palmas de sus manos y moviéndolas nerviosamente—. Quiero que venga a una presentación. La profesora dijo que podemos invitar a alguien que apreciemos mucho —explicó concentrado—. Y a parte de mi papi, usted es muy importante para mí —terminó de hablar escondiéndose en el pecho del omega, pues estaba sobre el regazo de este y calzaba perfectamente.

—¿Tu papi sabe?

—Está de acuerdo —afirmó—. Le voy a contar un secreto, pero no se lo diga a nadie —pidió acercándose al oído del omega—. Papi dijo que le gusta su aroma y que es muy lindo.

Después de esa poderosa confesión, escondió su rostro entre sus manos como si lo dicho fuera un secreto de Estado.

—Eres una cosita tierna —halagó el mayor—. No me perderé esa presentación por nada del mundo.

Un pelirrojo omega no hallaba algo bonito en su armario para vestirse, en realidad, todo era bonito, pero los nervios por conocer a sus suegros eran tan grandes que no le dejaban tomar una decisión.

Un poco tonto considerando que conocía al matrimonio Park, y aunque sabía del gran corazón de los padres de su alfa, los malos momentos con la madre de este le habían sembrado un poco de inseguridad.

Se observó en el espejo colocado frente a su armario, no cambió su color de cabello porque le gustaba y sabía que a Taehyung aún más. Faltaba poco así que se decidió por unos vaqueros color negro, una camisa celeste y una leva negra. Rápidamente se colocó sus prendas y quedó satisfecho con el resultado.

Afirmando para sí mismo, salió a la sala de su departamento, en donde lo esperaba su hermano.

—No te olvides, trae la comida que sobre y el centro de mesa.

—Jungkook —lo miró mal—. No voy a hacer eso.

—De seguro es comida deliciosa.

—Yo también cocino delicioso.

—Me caes mal, pero te ves tan lindo.

—Bobo —Hoseok se fijó en que su hermano también estaba arreglado—. ¿Vas a salir?

—Obvio microbio —respondió—. Con Gyeomie.

—Tú hablando con apodos tiernos de alguien significa peligro —Hoseok lo miró dudoso.

Jungkook iba a replicar y a decir que él también podía ser tierno cuando se lo proponía, pero el timbre del departamento sonó y eso anunciaba la llegada de su cuñado.

Emocionado, Hoseok se despidió rápidamente de Jungkook, diciéndole que se divirtiera mucho, pero que no llegara tarde. Salió a encontrarse con su alfa, que estaba recargado sobre la pared del pasillo, esperando pacientemente a que apareciera.

Sus sonrisas resplandecieron cuando sus miradas se encontraron.

—¿Cómo me veo? —preguntó Hoseok besando castamente los labios ajenos.

—Precioso —halagó—. Como siempre —dijo apresándolo por la cintura. Sus manos viajaron dentro de la leva que Hoseok llevaba, acariciando por sobre la tela de la camisa la perfecta curvatura de su omega.

Estuvieron abrazados por unos minutos más hasta que Hoseok vio la hora y supo que tenían que partir o llegarían tarde y por nada del mundo quería quedar mal frente a sus suegros.

—Pensé que no ibas a venir, mi amor.

—Es un momento importante para Taehyung, y aunque no soportaba a Hoseok, su comportamiento se debía a Hye Yin, así que no es como si me siguiera cayendo mal. —Jimin explicó mientras ayudaba a su padre a poner la mesa—. Me agrada.

—Por lo que ha contado Taehyung, es un buen hombre.

—Sí, no como el idiota de Taemin.

Expresó con amargura recordando al ex novio de su hermano, aquel oportunista que le hizo sufrir.

—Muy bien bebé, no es hora de recordar a personas no gratas —regañó—. Ayúdame con los vasos, tu padre está por bajar y Taehyung no debe tardar en llegar.

Asintiendo, Jimin hizo lo que su padre le pidió, pocos minutos después, su hermano entraba a la cocina junto con un bonito pelirrojo, Seokjin saludó al omega, y juntos terminaron de servir la mesa.

Namjoon fue el último en llegar y fue regañado por su esposo, pero nada que unos tiernos besos no calmasen.

Hoseok se sintió acogido junto a la pequeña familia, a pesar del dinero que tenían, no eran como los describían en las revistas, todo lo contrario, Namjoon y Seokjin se mostraban tan amorosos con sus hijos, haciéndoles bromas cada que podían, y el amor que la pareja se demostraba seguía intacto a pesar de los años.

Entre risas, y anécdotas que estaban compartiendo, sintió como la mano de su alfa se apretaba contra la suya. El hormigueó que desprendían sus pieles al tocarse era mágico y correcto.

Hoseok deseó sentirlo por siempre.