Y de nuevo los eventos que tuvieron lugar seis años atrás volvieron a repetirse. Sin embargo, esta vez por unos motivos completamente opuestos. El lugar del que se iba ahora no era la casa del famoso asesino. Si no tu hogar.
Aquella noche de trabajo en la taberna había sido la más productiva que habías tenido en años. La reciente conmoción tras la noticia del joven te había dado la motivación necesaria para poner toda tu alma en las simples y rutinarias tareas que llevabas a cabo, para poder vaciar tu cabeza unos instantes. Si hubieras tenido la noche libre para descansar en casa, no hubieras sido capaz de pegar ojo de ningún modo.
Tus sentimientos al respecto eran bastante confusos. De algún modo, que se fuera de tu lado porque ya se sentía capaz de apañárselas él solo y había aprendido lo necesario para habitar aquel peligroso lugar te enorgullecía un poco. Haciéndote recordar los momentos que habías pasado enseñándole todo aquello que Kenny no tuvo tiempo a hacer. Pero, a tu pesar, aquella diminuta e ingenua pizca de felicidad no podía siquiera compararse al profundo vacío que su decisión había conseguido instalar en ti.
Pensar en que a la mañana siguiente no sería necesario tomar dos tazas al preparar el té, que él no estaría al otro lado de la mesa sentado tratando de disimular sin mucho éxito el cansancio de su expresión adormecida. En que nadie te regañaría por dejar los zapatos tirados por casa, o se molestaría en alinearlos obsesivamente en la entrada. En que no ibas a ser capaz de saber si había regresado a salvo tras las arriesgadas misiones a las que dedicaba la mayor parte de su tiempo diario y con las que se ganaba la vida. En que podría estar perdido o herido en algún sitio durante días y tú ni siquiera serías capaz de percatarte de ello al instante...
Resultaba aterrador.
Y, es que aquello no era todo lo que lograba agitar tu razón. Había algo más. Algo que causaba una sensación de pánico y miedo mucho mayores en ti. Que conseguía hacer que tu pecho se estremeciera tanto que dolía y te quedaras unos segundos completamente abstraída de la realidad, tratando de auto-engañarte con distintos pretextos de que algo así no era posible para poder deshacerte de aquella desoladora sensación .
¿Y si aquel distanciamiento que había hecho que se fuera empezaba a volverse cada vez mayor?
¿Y si a partir de ese evento se alejaba por completo de ti?
Sabías que podías mantenerte medianamente conforme con verle de vez en cuando todas las semanas. Saber como estaba. Poder escuchar su voz. Observar si su cabello empezaba a crecer más de lo habitual, si se volvía un poco más alto o si los zapatos se le volvían a quedar pequeños.
Pero, si él decidía que no quería saber más de ti. Si él se alejaba por completo de tu lado, como si nunca os hubierais conocido, no podrías hacer nada al respecto para impedírselo. Y entonces...
No tenías ni la más remota idea de como lo ibas a superar.
Fue el sonido de aquella misma voz por detrás de ti la que te hizo volver a la realidad.
—¿Dónde vas?
Aturdida, te detuviste en seco. Volteando en su dirección para encontrarlo parado frente la puerta de un establecimiento, esperando por ti con una ceja levantada. Rápidamente tus pies retomaron el paso en su dirección.
—Perdona, iba distraída y he seguido andando —te excusaste con una sonrisa nerviosa.
Él te analizó unos segundos, como si tratara de ver algo más allá de esas palabras en el fondo de tu mirada, pero en cuanto llegaste a su lado simplemente volteó la cabeza al frente sin hacer ningún comentario al respecto. Imitando su acción, tus ojos se posaron sobre el viejo edificio de madera alzándose frente a vosotros. Un pequeño cartel amarillo de letras descoloridas no tardó mucho en llamar tu atención y los básicos conocimientos de lectura que poseías fueron suficientes para que lograras descifrar su significado.
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𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝐷𝑒𝑙𝑖𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑒 (𝑳𝒆𝒗𝒊 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)
FanfictionEn la ciudad subterránea la gente sobrevive a base de tres cosas. La delincuencia, el placer y el engaño. Por suerte tu nunca tuviste que utilizar las dos primeras. Siendo una joven camarera en medio de una de las tabernas más conflictivas de la ciu...