Capitulo 1.1 "Ciudad de Aventureros"

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Entre las profundidades del Akibajara, yacían los sueños rotos y las esperanzas perdidas de los parecidos aventureros. Aquellos quienes bajaron con la intención de conseguir fama y fortuna, pero no se encontraron con más que desgracias y muerte.

Entre las penumbras de la desesperación agobiante de las fauces de Akibajara, se encontraba una joven enterrada entre los escombros de los muros contra los que había sido lanzada. Entre suspiros y gritos de desesperación que nadie podía oír, logró mover algunos de los restos sobre ella desenterrando la parte superior de su cuerpo. El cual estaba completamente herido a simple vista por la cantidad de manchas de sangre que tenían sus ropas. Su cabello tapaba gran parte de su destrozado rostro y lo poco que estaba expuesto estaba cubierto de sangre.

- Puedo... (suspiro)... respirar... (suspiro)...

Se tomó un momento para descansar y ver a sus alrededores. Todo era caos. A donde sea que miraba estaba destruido o en ruinas. Las paredes que la rodeaban estaban tan agrietadas que parecían que se derrumbaría en cualquier momento o con el más mínimo golpe. Toda la estructura en sí del lugar en el que estaba se hallaba en terribles condiciones. El polvo le impedía ver más allá del pasillo por el que fue lanzada y del que provenía la única fuente de luz del lugar.

- ¡Aah!... mi cabeza.

Se llevó la mano a la frente solo para retirarla y verla manchada de sangre de su frente tanto que hasta la extraña gema verde de su anillo estaba teñida de escarlata.

- ¿Que...? ¿Me paso?

Ante la duda sin respuesta no tuvo más opción que tratar de levantarse del suelo. Cada parte de su cuerpo aullaba de dolor y aun así hizo el intento, pero un fuerte dolor trepó por toda su espalda. Un dolor tan fuerte que dio un grito de agonía tal que perturbaba a cualquiera que oyera el canto de su sufrimiento.

- ¡AAAAAaaah...!

Las lágrimas empezaron a recorrer por las mejillas de su rostro mientras aguantaba el dolor. Pasó una de sus manos por detrás de su cuerpo para tocar y analizar el estado de su espalda. Pero el mero tacto de su mano con la carne expuesta de su espalda le hizo sentir un dolor peor que el anterior.

- ¡IAAAAAAAaaah...! ha... ha... (suspiros)

Retiró su mano suavemente para verla llena de sangre fresca y algunos pequeños trozos de piel.

- Ha... Si que está destruida... así no iré a ninguna parte... (suspiros)

Relajo su cuerpo sobre los escombros en señal de rendición, donde lo único que le quedaba por hacer era esperar su muerte por la alta pérdida de sangre de su cuerpo.

- ¿Qué fue lo que pasó...? (suspiros)

Mientras se hacía esa pregunta, trato de recordar lo que sucedió para llegar a tal punto. Entonces el polvo se disipó dejando ver más allá en el pasillo frente a ella. Allí estaba, justo al final del pasillo se encontraba una silueta extraña que no se lograba distinguir entre el polvo y la luz.

- Ooo... ya me acuerdo... estábamos tratando de matarte...

La extraña silueta se dio la vuelta y la vio. No dudó ni un segundo y empezó a correr por el largo pasillo con la intención de asesinarla.

- Aah... si no hubiese dudado en ese momento... nada de esto habría pasado... (suspiros)

Ya aceptando su inevitable muerte, se dio por vencida esperando a que el extraño ser le diera fin a su sufrimiento. Pero en esos últimos momentos de vida, una fuerte luz verde empezó a brillar desde el anillo de su mano.

- ¿Pero ¿qué...?

Entre la confusión y la extraña luz no pudo visualizar la cara de su asesino ni el arma que la atravesó en ese momento de descuido.

Akibajara: "Las Diez Mil Mazmorras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora