Capitulo 1.3

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En Kepria había un total de 9 gremios de aventureros, que ya de por si son muchos. Algunos más recientes que otros. Al principio uno pensaría que es una idea tonta la de construir varios gremios para una sola ciudad. Pero la verdad, esto es crucial para mantener el orden entre los aventureros. Y más para una ciudad como Kepria. Una ciudad en la que residen distintas razas y especies o variantes de estas. Y meter razas con distintos modos de vida o de pensar en el mismo edificio, sería una grave equivocación.

Por ejemplo, algunas razas tienden a tener desprecio por otras. Como el caso de los elfos y los orcos y viceversa, que es más una cuestión cultural que general. Y esto es solo un ejemplo. Cada raza tiene sus costumbres, sus formas de pensar, ideología, religiones, gustos, tabús, e historia con otras razas. Por ende, sería una ofensa para todos esos ideales el meter en el mismo edificio a otras razas que no entienden esas formas de vida las cuáles pueden parecerle raros o incluso ofensivos para otros. Además, estaba el hecho de la diferencia de alturas entre algunas razas. Por lo que los gremios fueron adaptados para grupos de razas con mismas características, de manera de no ofender a nadie y evitar problemas innecesarios.

Ahora mismo Len, Mío y Karlit ,estaban entrando al tercer gremio de Kepria . Tercero, porque fue el tercer gremio construido.

Kepria fue fundada por los hombres bestia en busca de refugio y ventaja territorial. El descubrimiento de una entrada a una mazmorra bajo las ruinas, atrajo a otras razas semihumanas y luego los humanos, para finalmente llenarse de distintas razas. Al principio humanos y hombres bestias compartían gremios, pero como no se llevaron tan bien, se decidió construir uno solo para humanos.

Todo esto se daba para poder atraer a la mayor cantidad de aventureros no importe su raza. Pues ellos eran los encargados de eliminar a los monstruos y bestias no civilizadas que amenazaban al continente. Este tipo de sistema era común entre las ciudades estado del centro del continente. Cada ciudad tenía sus reglas independientemente de las otras, pero mayormente eran casi las mismas.

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- ¿Bienes Len?

- Si.

Len se apresuró para alcanzar a Mío y Karlit. Pero ella se detuvo un segundo para apreciar el edificio del gremio de aventureros.

El edificio estaba construido en su totalidad de bloque de piedra más grandes que las que las casas usaban. Sin ventanas u otras señales de habitaciones lo único que daba señal que no era una pared sin interior era la entrada que estaba ubicada al centro del edificio que estaba subiendo un par de escalones hasta terminar bajo un pequeño techo para darle sobra a la entrada. A sus lados dos pequeñas plantas decoraban las puertas en un intento de hacerla más llamativa. Y si se la usaba la entrada como referencia para dimensionar el edificio, este seria de 7 de ancho y al menos 3 de alto en señal de 3 probables pisos. A la vista no parecía un edificio muy llamativo incluso con el intento de tejado que este tenía donde lo único a resaltar eran las chimeneas de donde salían los aromas de distintas comidas.

Las puertas estaban abiertas a todo público y Len junto con su grupo entraron al gremio. Pero no más entraron, una avalancha de halagos provenientes de varias aventureras jóvenes.

- ¡Es el gran Señor Karlit!

- ¡Karlit!

- ¡Gran Karlit!

Len se percató automáticamente del nivel de fama que tenía Karlit al ver cómo es que tantas aventureras se empezaron a agrupar a su alrededor.

- Jajaja lo siento mucho joven Len. Lamento que acapare demasiada atención.

- No, no es ninguna molestia.

- Pues bueno Len, yo y el Señor Karlit iremos a terminar mi entrega. Al final del recibidor encontraras la recepción y allí esta señalado "Registró". Bien termine mis asuntos iré a ayudarte, tú puedes ir completando lo básico.

Akibajara: "Las Diez Mil Mazmorras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora