The sacrifice. » l.s

18: 𝐇𝐨𝐫𝐧𝐬

Dedicado a:

AshlyPartidaAguiar

Alehs19

hirotakan2317

JoannaStilynson

💚💙 Para gdalarr28, VerdeMoon,  Madely_larrista, unhumano_mas01 ¡feliz cumpleaños atrasado! y para ZueDanae ¡feliz próximo cumpleaños!

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Soundtrack:

Horns - Bryce fox

"She's the fire in the sin and I burn breathing her in. Now it's love suicide, I sell my soul for the high price. Truth be told I don't mind because her hand's my paradise."

Perladas gotas de sudor resbalan por su cuello acumulándose en sus clavículas. Inhala y exhala rítmicamente, marcando cada flexión que realiza con los brazos al momento de sujetar la barra Z de 50 libras. Siente cada uno de sus músculos arder por el esfuerzo, pero aquello es mucho mejor que permanecer acostado en una cama mientras todos pretenden que las cosas no están jodiéndose.

Harry finaliza el ejercicio con un resoplido y coloca el aparato en el suelo, tratando de no ejercer demasiada presión en su abdomen. A pesar de que sus heridas sanaron por completo, las secuelas no desaparecen tan fácilmente.

Caminando unos cuantos pasos hacia atrás, deja caer su pesado cuerpo en el banco y sujeta una toalla para limpiar el líquido expulsado a través de sus poros.

Volver al entrenamiento después de pasar tanto tiempo en reposo le está cobrando factura a su persona; a pesar de eso, ni siquiera la dulce voz de Louis en su cabeza repitiendo que no debería presionar para recuperar el ritmo anterior lo hace querer detenerse o aligerar la carga.

En realidad, él no quiere ser tan idiota como para lastimarse y volver al hospital, pero desde la conversación con Zayn acerca de su ángel guardián, simplemente no puede permanecer quieto. Es una constante sensación de estar abrumado por desconocer el futuro, a pesar de que es ridículo querer controlar lo que ni siquiera ha sucedido.

Quien más le preocupa es Louis, porque —probablemente— su pequeño ángel quiere mostrarse calmado y seguro cada que descubre las discretas miradas que Harry le dirige a través de los pasillos; sin embargo, la conexión entre ellos no les permite ocultarse nada. Al final, Harry sabe que Louis tiene miedo de algo que él no logra entender.

—¿Harry?

Y como siempre sucede cada que piensa en Louis, este se presenta como por arte de magia en la habitación donde se encuentra.

—Estoy aquí, engendro —anuncia sin moverse de su sitio.

Escucha pasos bajando las escaleras que dan al gimnasio del sótano antes de que Louis aparezca en escena. Nuevamente usa pantalones de chándal y una sudadera negra con las mangas recogidas un poco por debajo de los codos. «¿En algún momento lo veré usando otra cosa?», se burla en medio de una sonrisa.