The sacrifice. » l.s

31: 𝐃𝐚𝐝

Dedicado a:

vickyvazquez98

idk_031

Maru_Stylinson

littlesunflowerTV91

MiliDelgado395

¡Feliz cumpleaños a todos los que cumplieron en noviembre! Especialmente felicitaciones a: Gnzl0315, Kimera_de_luz, Un_Angel_de_Diosito, smhs_28, DJMalikPartyParty, lachicadelvampiro, xiomiidou 💚💙

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Soundtrack:

Dad - D.O

"Siempre parecías eternamente fuerte. Tuviste que dar la vuelta y soportar las cosas solo. Me volví lo suficientemente mayor para darme cuenta de eso. Ahora que te entiendo, mi corazón llora aún más."

Tarda tiempo en liberarse de las sogas que aprisionan sus manos y tobillos, pero finalmente lo consigue. Apenas sube hasta el primer piso, Harry deduce que está en una vieja panadería a unas pocas calles del centro comercial, misma que acostumbraba a frecuentar antes de que su madre muriera. Los rayos de sol acarician su rostro, anunciando un nuevo día en el que presenta marcadas ojeras bajo los ojos y un vacío en su estómago por falta de alimento.

De vuelta a donde aparcó su vehículo, realiza una mueca mientras frota la piel lesionada de su mano derecha, «¿mi madre sabía de toda esta farsa?». Su conclusión más realista es positiva, Anne fue más que sólo la pareja de su padre, y los recuerdos de ella conversando ocasionalmente con su abuelo son suficientes para alimentar sus hipótesis. Lo único que no entiende Harry son los motivos para ocultarle la verdad, «¿cuánta gente lo sabe?».

Piensa entonces en la relación de los Malik con ellos.

Tenía entendido que la hermana de Benjamín, Arya, era madre de Yaser Malik quien adoptó posteriormente el apellido de su esposo -un narcotraficante paquistaní que murió tras un conflicto contra una banda norcoreana-. De esa manera, resaltando los hechos ofrecidos por Gregory, Chester y Yaser serían los verdaderos primos de la familia Styles; vinculando al "perro" Redford y Zayn de una manera ridículamente extraña.

«¿Zayn conoce la verdad?», reflexiona, ignorando a la brevedad las punzadas en su rostro y cuerpo por los golpes otorgados. «No estoy seguro de si puedo soportar más revelaciones en lo que resta de mi vida», un suspiro abandona sus labios entreabiertos justo cuando sus pies se detienen en el estacionamiento del centro comercial. Las farolas públicas están apagadas, mas aún se encuentra desierto gracias a la hora. Harry calcula que no pasan de las ocho de la mañana, quizás las nueve cuanto mucho... Lo que significa que las tiendas permanecerán cerradas al menos otras dos horas, dándole la oportunidad de marchar hasta su auto sin cuestionamientos de su apariencia física.

Apenas llega junto a la puerta, introduce la mano en los bolsillos de sus jeans para encontrar sus llaves —por fortuna están ahí ya que no se le ocurrió comprobar aquel pequeño detalle antes de seguir caminando—, presiona el botón de alarma hasta que los seguros se abren y él puede ingresar a la comodidad de su carro. Sólo en el momento que está dentro del mismo con los botones colocados para impedir que abran la puerta, es cuando se permite respirar y relajarse contra el calor de los asientos.