Capítulo 2

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Cuando Izuku fue al mercado a comprar las cosas de la comida, tenía esperanza de que el día fuera rápido para poder preparar la comida para Shoto y la cena de hoy.

Si había algo que a Izuku le gustaba, era el otoño por lo fresco que siempre se sentía, la brisa acariciando sus verdes rizos y algunos tubérculos en rebaja por temporada.

Como omega, no solo poseía un buen sentido del olfato superior al de Shoto, sino que también tenía un sentido de la audición superior.

Así que no fue sorpresa cuando se dio cuenta de que algunas señoras estaban hablando de él. Sus verdes ojos miraron por el rabillo fugazmente mientras intentaba no pensar demasiado en lo que estaban diciendo.

Tomó un rábano sin fijarse demasiado en su canasta y se fue de ahí, aunque había podido escuchar algunas cosas.

"Omega maldito", "no cachorros", "matrimonio fallido".

Aunque Shoto le había dicho que no pensara en eso, era difícil no hacerlo, en especial cuando lo señalaban.

Cuando llegó a su casa, cerró la puerta con fuerza y lentamente se deslizó contra ella mientras dejaba las bolsas de plástico en el piso, lamentándose por todo esto que estaba pasando.

Su mente y las personas de afuera recodándole que era infértil y que no había posibilidades de tener una familia.

Hubo lágrimas cayendo mientras sus manos tapaban el vínculo en su cuello. A sus veintisiete años, se sentía realmente vacío por no poder cumplir la función principal.

El teléfono sonó y el omega miró en su dirección, secándose las lágrimas y dejando las bolsas en el suelo mientras se levantaba para tomar el teléfono.

¿Estás bien? —la voz de su alfa al otro lado.

—Sí, todo está en orden.

Shoto se quedó por unos segundos callados. —Lo sentí en nuestro vínculo. Estabas angustiado.

—Lamento preocuparte. —miró hacia el suelo y su mano libre jugó con el borde de su camiseta.

Te amo, no lo olvides. Trata de no pensar en eso, ¿bien? Sé que es duro, pero tratemos de seguir adelante. No voy a dejarte nunca.

Izuku sonrió y una lágrima rodó por su mejilla. Estaba tan feliz de poder tener a Shoto como su alfa.

—Sí. Gracias. También te amo, mucho.

Hubo una pequeña risa en la línea que hizo sonreír al omega.

Bien, debo irme, hay mucho trabajo. Te veo en la cena, amor.

—Te amo, esfuérzate.

La llamada acabó e Izuku suspiró.

Shoto sentiría lo que sentía él, siempre y cuando las emociones fueran fuertes.

Últimamente en su cabeza estaba la idea de que su alfa no lo merecía. Shoto era una excelente persona, era educado y físicamente atractivo, incluso con su quemadura en la cara seguía siendo apuesto. Merecía ser feliz y tener una familia.

Por más que Izuku lo amara, nunca le daría una familia.

Aunque Shoto había alegado que no era necesario una familia para que los dos fueran felices. Izuku sentía que algo faltaba entre los dos.

Entonces, en su mente pasaba la idea de separarse.

Shoto podría encontrar a alguien más. Formar una familia con alguien más.

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