Capítulo 21

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Shouto llega desenfrenadamente preguntando por su hijo; histérico y desenfrenado, casi al borde de las lágrimas. Touya lo sostiene de los hombros y trata de calmarlo.

—Oye, tranquilo, tranquilo. Lo están tratando. Lo están nebulizando.

Pronto llegan Fuyumi y Melissa.

Fuyumi lo abraza; Melissa le da un apretón de manos.

Touya les explica la situación y en el momento en el que su hermana y Melissa comienzan a hablar, analiza un poco a la chica, Fuyumi le había contado de ella y aunque la beta le parece muy linda, siente que Izuku era mejor para Shouto, pero solo es un pensamiento.

Esta chica no tiene por qué caerle mal.

Shouto yace sentado cuando Touya se da cuenta que su hermana y Melissa ya no están cerca de ellos. Se sienta a su lado, pero se mantiene en silencio.

Finalmente decide dar el primer paso.

—Lo siento mucho. —mira hacia el suelo en todo momento. —No pude hacer lo suficiente por tu omega. Y muchas veces el pensamiento me carcome. Lo siento, de verdad.

No le responde de inmediato, sin embargo, su corazón está muy sensible para poder formular una respuesta a una disculpa como esa. Llora. Lo hace porque su hijo está bien, también por pensar en Izuku en este momento.

Touya lo consuela con una mano en su espalda.

***

Izuku llora.

Siente que todo es su culpa. Le habló, pero su hijo no lo escuchó. Sabía que estaba herido por las palabras de Melissa, pero no se esperó que la atacara.

Ahora entiende que todo fue un error. Como Uraraka le dijo.

Solo quiere que esté a salvo. Ya no le importa nada. No importa si Shouto decide ser feliz con esta beta, no importa si Daichi la quiere ver como su nueva madre. Solo quiere que su cachorro esté vivo y a salvo.

Uraraka está a su lado, rascando su cabello y tratando de consolarlo. Espera que esto sea suficiente para hacerle entender que este ya no es su lugar. Vivió lo que tenía que vivir.

—No quiero que le pase nada. Lo lamento tanto. En serio. Lo siento. Lo siento. —solloza.

—Él estará bien, no te preocupes.

Da una bocanada de aire y se frota los ojos. —¿Cómo lo sabes?

Ella sonríe de una manera dulce.

—Todavía no es su tiempo

Izuku la mira sorprendido, quiere preguntarle cómo lo sabe, pero no lo hace. En cambio, ve las fotos en la pared de Daichi, cómo de un cachorro débil y delgado ha crecido a lo que es hoy.

Es imposible no mirar las marcas en la pared del control del crecimiento de su cachorro. Shouto lo hace cada cumpleaños luego de que Daichi lo volviera loco un día luego de ver cómo lo hacían en la televisión.

Sonríe al pensar que siempre termina enojándose por ver que no crece tanto como le gustaría, al parecer es el cachorro más pequeño de su clase.

Los extrañará. Lo hará.

Pero sabe que es lo mejor.

—Puedes despedirte cuando lleguen a casa.

***

Él coloca una mano encima de la mano que Uraraka ha puesto en su hombro.

Al otro día todos llegan del hospital. Touya carga a Daichi en sus brazos y Fuyumi se lo lleva a la habitación del pequeño.

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