Caso abierto

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"¿Un llamado a la libertad o miedo a la diversidad? Esos son los cuestionamientos que se han levantado últimamente, es por eso que enviamos a nuestro corresponsal Darío Rojas a conocer que opina la gente sobre las manifestaciones ocurridas ayer por la noche"

Mi papá apaga el televisor antes de que comiencen las opiniones de la ciudadanía— ¿No crees que es importante conocer sus opiniones?

— Si quiero conocer la opinión de la gente, entonces miraré las calles —levanta un pedazo de pollo de su plato, aún me cuesta acostumbrarme a que desayuna carne, le da una mascada y arranca la mitad del trutro.

Mi mamá le mira con incomodidad— Podrías por favor comer con los servicios, pareces un animal comiendo.

Mi papá termina de tragar, se relame los colmillos con la lengua— Perdón por los malos modales — se queda mirando fijamente la carne de su plato, pero toma los servicios puestos en la mesa— algunos días resulta difícil contenerse.

— Papá ¿No has pensado que algún animano podría tratar de comer a un humano?

— Por supuesto que podría suceder hija, es por eso que se preparan medidas para controlar esos instintos.

— Esta nueva sociedad parece traer bastantes problemas —añade mi mamá.

— Problemas diferentes —aclara mi papá— siempre existirán nuevos problemas en la sociedad, solo que estos son diferentes a lo que esperábamos vivir y estoy seguro de que conseguiremos adaptarnos —toma el pollo con la mano y se lo acerca a su boca— como siempre lo hemos conseguido.

— Estás comiendo el pollo con la mano —le advierto.

Él mira su mano sorprendido, observa a mi mamá que cierra sus ojos fingiendo que no vio nada— Son cambios que de a poco superaremos.

Tras terminar el desayuno me pide que lo acompañe a la reunión con las otras cuatro familias, ambos subimos al asiento trasero del auto.

— No te felicite por tu buen trabajo durante la protesta.

— Tampoco hice mucho, Verónica merece el crédito.

— Si tú lo dices, también note que conversaste bastante con Rogelio ¿Qué te pareció?

— Parece estar bastante interesado por los humanos, si no tenemos cuidado con lo que hacemos, podría acabar tornándose en nuestra contra.

— Su hermano no lo permitirá —noto la preocupación en su comentario— Roberto no lo permitiría... Carolina, lo que dire tiene que permanecer entre nosotros dos —mira al conductor que enciende la radio lo más fuerte que se puede, luego se acerca para hablarme al oído— puede que Roberto haya matado a su padre y su hermano mayor.

La idea me eriza la piel, no soy capaz de agregar algo a su teoría, solo le miro a los ojos y él se gira a la ventana.

— Quiero que tú y Rogelio investiguen la muerte de Octavio, mientras trato de conocer más a fondo a Roberto —tras darme las instrucciones se inclina hacia el chofer y le da un toque en el hombro para que baje la música— gracias por la privacidad.

Las esquinas que llevan hacia el ex arsenal de guerra o ahora conocido como edificio de gobierno fueron cerradas debido a grupos de personas que protestan en contra de la ocupación animana en Chile, al comienzo notaba preocupación en mi papá respecto a las protestas, pero ahora no se inmuta, observa por la ventana los carteles de la gente reclamando.

— ¿Qué piensas de ellos papá?

— ¿Qué pienso de los humanos? —no contesta al instante, continúa mirando a las personas que exigen la salida de las tropas— que son difíciles de complacer y eso es porque no saben lo que quieren realmente, tienen acceso a salud decente, oportunidades para estudiar y estamos en camino a mejorar sus trabajos, aun así no desean nuestra presencia, como si fuésemos el enemigo.

Los Iustitia: El inicio de la divisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora