Los invitados de la mesa

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— ¡¿Lo dejaste en medio de la carretera austral?! —no pude contener mi sorpresa ante semejante osadía de parte de mi papá.

— No tienes que preocuparte por él —me contesta en todo despreocupado— encargue a dos investigadores privados que lo vigilen para que no se muera siendo un vagabundo.

— Aun así, esto podría causar resentimiento de su parte —miro a Rogelio que asiente con la cabeza— ¿Qué esperas conseguir con eso?

— Que comprenda lo vulnerable que somos sin la gente que nos sirve —aquel tono relajado comienza a desaparecer para tornarse en uno más estricto— y si realmente es alguien rencoroso, quiero ver que clase de venganza tomara en mi contra. Ahora dejemos de hablar sobre mí ¿Cómo va su investigación?

— Estamos progresando, Lefevre nos dio algunos nombres de personas que visitaron la villa, bienestar para reuniones de planificación, algunos ya huyeron del país, otros están muertos y los restantes tienen paraderos desconocidos, así que estamos enfocando la búsqueda de los terceros y los familiares cercanos de los segundos.

— ¿Qué opinas de Rogelio?

No puedo responder la pregunta teniéndolo en la misma sala— Rogelio —procuro usar mi tomo más amable— ¿Sería posible que nos dejaras hablar en privado? Es un tema familiar delicado.

Sin dar señal alguna de molestia ante mí, petición, mi socio sale de la sala— Estaré conversando con Lefevre, en caso de que recuerda algún otro detalle.

Cuando sale deja la puerta abierta, así que coloco el teléfono sobre el mesón, me acerco a cerrarla, verifico que nadie esté espiando mi conversación y regreso a conversar con mi papá— Ha sido un excelente compañero, sabe cuando hablar, no es impulsivo, está atento a lo que necesitamos para nuestra investigación.

— Y aun así, no pareces conforme.

— Es demasiado bueno, llámame paranoica, pero su eficiencia me inquieta, es como si todo lo que estuviésemos haciendo ya lo hubiese previsto, no puedo evitar creer que está ocultándonos algo.

— No existe gente totalmente buena o mala —me contesta— solo existe gente y Rogelio no es la excepción, solo que aún no conoces la faceta en que pierde su virtud, procura mantenerte atenta. Yo me dirijo a una reunión con el gremio de camioneros, no les agrada mucho la idea de que se abra una ruta de tren que vaya desde la zona sur de santiago hasta Puerto Montt, pero no es nada que un poco de presión no les haga cambiar de parecer.

Siento curiosidad de saber que es lo que se trae mi papá entre manos, pero probablemente conocer la respuesta nos llevara a seguir conversando y deje a Rogelio abandonado sin explicación alguna— Solo procura que no se vayan a paro, lo último que necesitamos es desabastecimiento de comida en el país.

— Es un alivio que Roberto no te acompañe, según recuerdo su relación con el gremio de camionero no es la mejor debido a su apoyo al alza en el peaje de transportes de carga —entonces comprendo que la movida de mi papá iba más allá de darle una lección o probar su temperamento— no lo querías en las negociaciones.

— En la mesa siempre deben estar las personas correctas para que las cosas funcionen, es nuestra responsabilidad que las cosas sean así.

— Es por eso que debemos verificar que quien sea el nuevo representante resulte ser el adecuado.

— El rumbo de este país se mueve en base de nosotros cinco, no podemos darnos el lujo de cometer errores.

Los Iustitia: El inicio de la divisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora