Los rumores forjaron a la reina, inalcanzable, orgullosa e inteligente. Cualidades que le permitieron construir un reino moderno dentro de la universidad.
Así es como los alumnos describen a Marinette la reina de la fraternidad "The New Romantics"...
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-Chloe eres muy bonita, deberías al menos, buscar salir con otras personas ¿Qué tal tus compañeros de facultad?
-Esos Neandertales, jamás. Lo único que buscan es parecer unos sabelotodo, cuando están frente a una mujer a la que le sobra conocimiento- pronunció con desprecio la rubia.
-Bue...buenas noches, pueden darme una botella de agua- preguntó de forma tímida la pelirroja de lentes, observando con sus esmeraldas a la integrante de la fraternidad NR, que no se había percatado de su presencia al estar bebiendo.
-¿No quieres otra cosa? No es que no tengamos agua, pero servimos unas deliciosas bebi...
Mylene fue interrumpida, por el ruido de Chloe, escupiendo su bebida.
-¡¿Qué es eso que traes puesto?!- Gritó horrorizada la ojiceleste, al ver a la jovencita con un atuendo tan desprolijo. Un vestido de escote asimétrico, color verde claro. Que a ojos de la rubia, parecía verde vómito, con un pobre intento de flores en un hombro y una falda en forma de globo, llena de muchos revuelos de chiffon. La chica se vio así misma y sus ojos se pusieron acuosos. Aquello conmovió a Chloe que se mordió la lengua, al haber sido tan ofensiva con el aspecto de la muchacha -. Siento ser tan directa, pero esas fachas no te favorecen en nada. Tu silueta es muy bonita, para que la ocultes en esos andrajos.
Mylene se llevó la mano a la frente, ante los intentos de la rubia de disculparse y embarrara más el problema.
-¿En serio crees que soy bonita? -Iván y Mylen casi se les caía la mandíbula, cómo era posible que esa chica no se sintiera ofendida. Luego de todos los defectos que Chloe resalto de su vestimenta.
-Claro que lo creo. Ven acompáñame- la de mirada celeste ofreció su mano a la chica que sin dudar la sujetó con la suya -compré un vestido extra, vamos a que te lo pruebes, por la talla ni te preocupes, pues tiene corsé y podemos ajustarlo a tu bello cuerpo.
Sin pensarlo, se encaminaron a la segunda planta, aún sin que la rubia viera bien el rostro de la joven contraria.
Y solo fue cuestión de pocos minutos cuando ya se encontraban en el cuarto de la rubia. Y fue ahí cuando por fin le vió el rostro, causándole una fuerte impresión.
-¿Sabrina? ¿Qué haces aquí? Digo, creí que te habían expulsado, por ya sabes.
-Yo... vine para volver a estudiar, y quiero que sepas que ya no soy la misma que solo buscaba perjudicar a tu amiga- confesó sin esperar que la rubia le creyera. Y en eso un silencio se hizo presente
-Hasta no ver, no creer- susurró la de ojos celestes y continuó con el diálogo -, bien te decía que tengo otro vestido, iré por el y quiero que esperes aquí- dijo a modo de orden para luego dirigirse al armario. Donde tardó tan solo minuto y medio en volver con una bolsa de una tienda en sus manos, la cual puso en su cama.
