xxᴠɪɪɪ. ɪɴ ᴛʜᴇ ɴᴀᴍᴇ ᴏғ ʟᴏᴠᴇ.

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Adrien se encontraba terminando sus tareas en la habitación que compartía con el de mechas azules

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Adrien se encontraba terminando sus tareas en la habitación que compartía con el de mechas azules. Descanso un rato de sus deberes y cruzó sus brazos a su espalda, observando por la ventana el panorama del campus que podía ver desde esa posición. 
Le era grato rememorar su paso por la universidad, cómo al principio odiaba vivir en una habitación no apta para su clase social, sin duda haber convivido con Lila lo había vuelto en una persona vacía y superficial. Y luego conoció a su amada Marinette, una chica que vivía una vida cómoda dentro del campus, más había sido algo que ella había obtenido con sudor y lágrimas. No era caprichosa, al contrario era alguien con carácter y él estaba enamorado de cada una de las facetas de su musa. 
Sin duda era momento de presentársela a sus padres, no dudaba que ellos se llevarían bien con su novia. Si bien no planeaban un compromiso, era lo correcto que sus familias se conocieran. Con eso en mente tomó el teléfono y de inmediato marcó el número de la mujer que le dio la vida. 

—Hola… ¿Adrien?— contestó la voz femenina del otro lado. 

—Hola, mamá— saludó un poco avergonzado, pues hacía mucho que no conversaba con su progenitora. 

—Al fin te dignas a llamar…estamos bien, por si estas con el pendiente— respondió su madre, con voz indignada.

—Lo siento mamá, las tareas y prácticas me tienen a tope— se excusó el rubio.

—¡Adrien Athanase Agreste Graham de Vanily, eso no es pretexto para que no tengas un mísero minuto para comunicarte con tu madre!— reprendió la femenina.

—Lo siento, lo siento— se alejó un poco el móvil de su oreja, ante los gritos de su madre —es solo que…conocí a una chica…

—Lo que me faltaba, Lila 2.0. Déjame adivinar, te ha prohibido hablar con tu madre…

—Mamá, por favor. Puedes parar con tu drama. Marinette es mil veces mejor que esa…que la…que Lila— defendió Adrien a su azabache —te he dicho que he estado ocupado con cosas de la universidad, tú mejor que nadie sabe lo exigente que es este lugar.

—Bueno, te doy el beneficio de la duda.

—Razón de más para aprovechar, quiero presentárselas a papá y a ti. Planeaba ir un fin de semana a Italia y llevarla conmigo.

Un ensordecedor grito se escuchó del otro lado de la bocina, Adrien rió ante la algarabía de su madre tras la noticia que le dio.

—¡Es una excelente noticia! Y tú sabes perfectamente que si tú eres feliz, yo también lo soy, y ya muero por conocerla— Respondió la mayor, sonriente del otro lado de la línea. 

—Si, estoy seguro que les agradará mucho, y bueno, ya debo irme… los amo a los dos— dijo el rubio, para después cortar la llamada. 

Una vez finalizada, el blondo sonrió abiertamente, jamás pensó que volvería a sentirse de esa forma. Creyó haber cerrado su corazón al amor, para siempre. Pero no fue así. 
Sonrió ante todo lo que había recordado en tan poco tiempo. Y no fue hasta que pasaron unos segundos, que escuchó como la puerta se abría y cerraba. 
A esto le acompañó la voz de su amigo de azul mirada y mechas azules. 

ɴᴇᴡ ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄs ||ᴀᴜ ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| +18 ғᴛ. ᴇsᴍᴇ ᴄᴀᴅᴇʟᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora