Los rumores forjaron a la reina, inalcanzable, orgullosa e inteligente. Cualidades que le permitieron construir un reino moderno dentro de la universidad.
Así es como los alumnos describen a Marinette la reina de la fraternidad "The New Romantics"...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los integrantes de la fraternidad “New Romantics” limpiaban la enorme residencia luego que la fiesta acabara a la 1:00am.
—Así que ¿Cómo se llama tu nueva conquista Mari? Debo admitir que el chico los tiene bien puestos— Marc codeó las costillas de su novio, no pudiendo evitar reír con las ocurrencias del pelirrojo. —Ricitos de oro no es ni será mi pretendiente. Es un idiota, jamás me fijaría en alguien tan común— bufó con molestia la ojiazul, que tenía puesto un pijama compuesto por un crop-top rosa y un short del mismo color. En una mano tenía una bolsa jardinera, que llenaba con los vasos vacíos que encontraba a su paso.
—Te apuesto a que si los empujabas, iban a terminar comiéndose a besos— se unió a la ronda de burlas, una hermosa rubia de pijama blanca. Mientras colocaba uno de los sillones en el pasillo. —¡Mueve eso de ahí abeja!— una voz dominante se dejó escuchar, la rubia rodó los ojos —si dejas ese mueble en el pasillo entorpece el flujo de energía. Marie Kondo siempre dice… —¡El orden es salud y te hace feliz! —, respondieron todos al unísono. —Si ya lo saben, porque no lo practican—se quejó la nipona. —Porque Marinette tiene novio— nuevamente el pelirrojo, regreso la atención a la reina y su desafortunado encuentro con un novato.
Ante eso la azabache sacó un vaso de la bolsa, el cual contenía restos de frappé de fresa que también Mylene se había ofrecido a preparar para quien lo deseara y sin más lo lanzó directo contra el pelirrojo haciendo que su pijama se manchase de líquido rosa así como también parte de su cuello y un poco del suelo.
—Ya cállate Kurtzberg— Le reprochó molesta —En mi vida estaría con un tipo así. Y ya deja de mencionar el tema… más bien queda prohibido mencionar algo relacionado con el tema— Terminó de hablar y aventó la bolsa hacia donde está cayera para después tomar camino hacia las escaleras que la conducirían a la segunda planta. Pero al llegar a la mitad del tramo la voz de la chica japonesa la hizo volver.
—Ahora Dupain vas por el trapeador y limpias tu desastre, esa parte ya estaba limpia— Ante las palabras de su amiga la ojiazul se vio obligada a bajar de nueva cuenta para ir a la parte trasera de la mansión donde se encontraba todo lo que usaban para limpiar la residencia. Ahí tomó un trapeador de mango gris junto con un limpiador de pisos con aroma lavanda. Una vez con los artículos en mano regresó al recibidor, específicamente dónde estaba la mancha rosa. Ahí rocío un poco de líquido limpiador sobre la mancha para después pasar el trapeador en repetidas ocasiones hasta que esa zona del piso se encontró limpia de nuevo.
—Ya está Kagami, ahora quiero irme a dormir, mañana tengo que levantarme más temprano que ustedes, porque me toca preparar el desayuno. Dicho esto la ojizarca se dirigió de vuelta a las escaleras las cuales subió hasta hallarse en la segunda planta.
Tras recorrer el largo pasillo por fin llegó a su habitación. La cual se encontraba en medio de este, casi frente a la habitación de la rubia. Al entrar cerró su puerta con seguro seguido que tomó su vestido que yacía en su cama y lo arrojó a uno de los dos sillones individuales situados a cada lado de la parte central de su gran ventanal cubierto con cortinas rosa pastel, acto seguido se tiró en su cama y se cubrió con sus cobijas rosadas y grises para poder así dormir al tiempo que se le bajaba el coraje y estar lista para sus clases al día siguiente.
