xxxɪx. ᴜɴʙʀᴇᴀᴋ ᴍʏ ʜᴇᴀʀᴛ.

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Tras una semana relativamente tranquila, el día de la fiesta había llegado

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Tras una semana relativamente tranquila, el día de la fiesta había llegado. El rubio y la azabache no habían vuelto a cruzar palabra, tras lo ocurrido en el vestidor de aquella tienda que les alquiló los trajes y vestidos a un precio bastante económico.
Más, por la promesa que le hicieron a la encargada de recomendar el lugar a sus invitados.
Y efectivamente, la mayoría había acudido a ese mismo local para conseguir su ropa y estar a tono con la temática de la fiesta.

La estancia principal de la mansión bien podría compararse con un salón de baile de aquella época. Había mesas perfectamente distribuidas formando un círculo en todo el lugar. Claro cada quien tenía su lugar a la hora que llegarán. La mesa principal se encontraba justo frente a la puerta que daba acceso a la piscina. Y en el centro se había formado una elegante pista de baile. Justo arriba de la mesa principal. En el barandal central de las escaleras se encontraba todo listo para la orquesta que el azabache ayudó a conseguir, gracias a un conocido de su madre.

En ese momento el equipo de estilistas y maquillistas había llegado a la mansión. Y subía por las escaleras el dirección a las habitaciones para arreglar a todos y cada uno de los integrantes de la fraternidad.

Sin contar con que también por la puerta principal, entraba el rubio cargando su traje elegido en una funda. A quien la rubia se encargó de incluir en el presupuesto de peinado, y por esta ocasión maquillaje para esconder sus aún visibles golpes.
Justo en ese momento, Kagami iba saliendo de la cocina, terminando de organizar a los meseros que estarían sirviendo en el área de banquetes, pues por primera vez, se habían dispuesto mesas para lo que sería la cena en el área de la piscina, que se había a recubierto con una placa acrílica.

-Buenos noches, Kagami- saludó el rubio a la asiática, que, al verlo, lo ignoró
-Kagami, por favor espera- la nipona se detuvo al pie de las escaleras, sin voltear a verlo, pero eso no fue suficiente para desanimar a Adrien -, lo siento, siento que perdieras tu puesto en el consejo por mi culpa- vio el cuerpo de la asiática tensarse, de igual forma continuó -, me equivoque y por mi estupidez, tú pagaste caro. Estabas defendiendo a Marinette y...

-Si eso es todo, me marcho- la de ojos almendrados dio dos pasos, pero fue detenida por el brazo -, quieres mi ayuda para que Marinette te perdone, por eso es por lo que haces esto. Eres un... -la asiática paro con su retahíla de protesta, al encontrarse con el rostro triste de Adrien, parecía otro, un alma vacía.

-Quiero estar bien con todos- Adrien contuvo de decir "por si decido irme de aquí" pero era algo que no deseaba que nadie supiera -, extraño conversar con una verdadera amiga- mencionó, en alusión a su "amistad" con Aurore, que había malinterpretado todo y se tomó atribuciones que no le iban
-Luka y tú eran mis mejores amigos en la universidad, hasta que lo arruiné.

Kagami lo miró fijamente, buscaba algo de falsedad en sus palabras, pero lo único que logró identificar, fue a un chico roto y que muy a pesar de sus errores, estaba tratando de enmendar sus faltas.

ɴᴇᴡ ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄs ||ᴀᴜ ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| +18 ғᴛ. ᴇsᴍᴇ ᴄᴀᴅᴇʟᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora