Los rumores forjaron a la reina, inalcanzable, orgullosa e inteligente. Cualidades que le permitieron construir un reino moderno dentro de la universidad.
Así es como los alumnos describen a Marinette la reina de la fraternidad "The New Romantics"...
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Un nuevo día comenzaba para la azabache. Quien en estos momentos se incorporaba de su cama y se estiraba con tranquilidad. Al estar tan cercana la fiesta, se les había dado el día libre para que pudieran ir a arreglarse el cabello, escoger sus vestidos de ser el caso. O cualquier cosa extra que necesitaran para la fiesta. En el caso de ella y sus amigas, solo hacía falta elegir sus máscaras, y luego disfrutarían de un largo día en el spa. Por lo que no tenía ninguna preocupación encima, salvó que no vería a su novio hasta ya muy tarde de ser posible. Aún así, sabía lo mucho que la amaba. Y un día sin verse no tendría que significar algún cambio en sus sentimientos.
—Mari, ya llegaron— la voz de su amiga rubia se coló desde el otro lado de su puerta. Sabía a lo que se refería. Así que, sin más se levantó de la cama, se colocó su bata de satín. Y procedió a salir de la habitación, para bajar las escaleras y encontrar a todos sus amigos, miembros de la fraternidad. Mirando el interior de unas cajas que contenían gran variedad de máscaras.
—Sigo pensando que esto de las máscaras es mala idea— mencionó Nino, observando con recelo su máscara, la cual era un antifaz plateado con detalles en azul metálico y naranja.
—A mi me ha encantado y fue la idea más votada por los miembros del comité y de los graduados— pronunció orgullosa Kagami, tomando una de las cajas sin observar su contenido.
—Nino se resiste a ser un hombre— meditó la rubia su respuesta —elegante.
—No es eso, pensó que gente que no es de la universidad se podrá colar a la fiesta— defendió el moreno su postura.
—¡Definitivamente me quedo con este!— alzó la voz la euroasiática, al tiempo que sujetaba entre sus dedos, un delicado antifaz estilo veneciano, hecho de encaje platinado, que iba perfecto con su outfit —tengo que ir a probármelo de inmediato con todo el atuendo y…— observó a sus dos amigas —vamos chicas, veamos como nos queda.
—Lo siento Mari— Chloe tomó una de las cajas y la depositó dentro de su cartera —iré a mostrarle un par de vestidos a mi Sabri…di…digo a Sabrina y veremos cual queda con su antifaz.
—Bueno, que te vaya bien entonces— la ojiazul hizo un puchero.
—Gracias, nos veremos más tarde en el spa, si todo marcha bien, llevaré a Sabrina conmigo— sin más, la rubia se despidió del resto de miembros de NR y se marchó.
Golpes en la puerta de la habitación de la pelirroja hicieron acto de presencia. Y la chica, que justo ahora se encontraba acomodando unos libros en un estante. Y al oír dichos golpes se apresuró a dejar lo que estaba haciendo para abrir la puerta. Al hacerlo, se encontró con su rubia, quien le sonreía y sin decir más. La pelirroja le cedió el paso al interior.
—¿Qué te trae por aquí Chloe?— Cuestionó en tono neutral
—Vine a traerte algunos antifaces, para que elijas el que usarás para la fiesta.
