xᴠɪɪɪ. ɪ ғᴇᴇʟ ɢᴏᴏᴅ.

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El blondo no dudó en corresponder a la acción de su novia, tomándola por la cintura, con la intención de acercarla lo más posible a si mismo. Manteniéndose así durante la mayoría del trayecto, hasta que el pitido que anunciaba su llegada se escuchó. Viéndose obligados a romper el beso, justo a tiempo para que las puertas se abrieran, siendo recibidos por el mayordomo que era amigo de su amiga Chloe y ya se conocían, debido a las noches que la ojiazul solía pasar en el hotel durante su niñez. 

Tras un breve saludo y agradecimiento, el hombre de traje le entregó la tarjeta magnética que tenía como número “516”, ubicado al final del pasillo. El cual se encontraba bastante tranquilo, pues aún no llegaba la temporada alta. 

Sin pensarlo, introdujo la tarjeta en la ranura, haciendo la luz cambiará de rojo a verde, permitiendo el paso de la pareja.
Al ser iluminados por la luz cálida, pudieron ver las paredes color hueso, una acogedora cama matrimonial cubierta con sábanas blancas y encima de ellas un edredón de terciopelo color rojo sangre y distintas almohadas para recargar la cabeza, esto frente a un espejo de cuerpo completo, situado al lado de un tocador, que arriba tenía una televisión, al costado del lecho se encontraba un buró con una lámpara de luz cálida, al lado de ello, una puerta que conducía al sanitario. 

Unas cortinas del color del edredón cubrían un ventanal que daba a una hermosa vista de la ciudad del amor, y frente a este había lo que parecía ser un sofá-cama. Al completar el panorama la sensación era parecida a la de estar en un palacio, provocando un suspiro en el blondo. 

—¿Qué hacemos aquí Princesa?— Preguntó mientras tomaba asiento en el colchón. 

—Simplemente, quería tener un poco de privacidad contigo, para poder platicar o lo que sea— Respondió ella dirigiéndose al sanitario, donde lo único que se escuchó fue el botón de seguro en la puerta. Dejando a Adrien con una sensación de incomodidad afuera. 

El cuarto de baño, era bastante parecido al de su casa, a excepción del vitral que tenía como ventana, pero sin importarle eso, puso su bolsa sobre el lavabo. Ahí la abrió y buscó hasta el fondo para dar con aquella sexy lencería que impactó al rubio aquella tarde. Y sin pensarlo se quitó el vestido para que esté fuera reemplazado por el conjunto que. Está vez se amoldó mejor a su cuerpo. Retiró el prendedor y lo guardó para después sacar las elásticas, con las cuales peino sus rizos en dos coletas altas y las enrolló con ayuda de horquillas, para crear de nueva cuenta ese peinado. Para finalizar cubrió su rostro con el antifaz. Estaba lista otra vez. 
Siendo lo más sigilosa posible, abrió la puerta y salió, solo para ver a su novio de espaldas sentado a la orilla de la cama, mirando hacia el cubierto ventanal. 

Tratando de que sus tacones no sonaran en el alfombrado suelo se acercó al lecho donde gateo hasta alcanzar a su novio. A quien rodeó con ambos brazos y besó su cuello con dulzura. Provocando así que su cabeza girase hasta cruzarse con sus azules, quedando impactado ante lo que veía otra vez. 

ɴᴇᴡ ʀᴏᴍᴀɴᴛɪᴄs ||ᴀᴜ ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ|| +18 ғᴛ. ᴇsᴍᴇ ᴄᴀᴅᴇʟᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora