Los rumores forjaron a la reina, inalcanzable, orgullosa e inteligente. Cualidades que le permitieron construir un reino moderno dentro de la universidad.
Así es como los alumnos describen a Marinette la reina de la fraternidad "The New Romantics"...
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-Cinco, seis, siete, ocho- la líder del equipo de porristas contaba en voz alta, mientras observaba detenidamente a las candidatas, e iba tachando en la hoja colocada en una tabla con clip, a aquellas jóvenes que quedaban descartadas.
Todo mientras las féminas que acompañaban a la azabache, observaban con vista de águila. Y no tardaron en empezar a criticar algún tropiezo que cometieran las candidatas. Pronto los cuchicheos pasaron a ser una carcajada cuando una de las chicas dio un tropezón, y con ello se llevó al suelo a dos de ellas en efecto dominó
-¡Totalmente ridículo!- gritó la rubia entre risas, contagiando también a su novia. Pero en la ojiazul no había provocado nada. Solo observaba perdida aquella práctica.
O eso hasta que miró como alzaban en brazos a aquella rubia por quién pensaba que su ex novio la había cambiado. Quien giró de forma perfecta en el aire y aterrizó en los brazos de distintas chicas que estiraron los mismos para atraparla. Una vez de nuevo en tierra alzó la pierna derecha con una flexibilidad impresionante. Dando así fin a la rutina. Y con ello se escucharon los aplausos, provenientes del rubio, quien estaba ahora de pie del lado contrario a las gradas donde estaban las chicas.
-¡Bien Aurore!- se escuchó provenir del blondo quien continuó aplaudiendo. La mencionada se giró para observar a Adrien, y sin dudarlo le lanzó un beso al aire, uno que el varón atrapó con su mano. Marinette desvió sus zafiros de aquella escena, que le provocó un repelús inmediato. No era posible que la misma situación se repitiera en su vida, una, que hacía poco había experimentado con su ex.
-Mari, quieres que nos vayamos- Chloe abrazó por los hombros a la azabache, que se estremeció ante el tacto, más no pudo decir nada, porque de inmediato escuchó la voz de la capitana de las porristas. Haciendo que levantara la vista y observara el escenario. -Bienvenida al equipo Aurore- la rubia de coletas largas y ojos azules de inmediato corrió emocionada hacia las gradas donde Adrien se encontraba.
-¡Todo fue gracias a ti, por animarme y apoyarme! - se lanzó a los brazos del rubio, que correspondió el gesto, felicitando a su amiga, más no pudo evitar que ella lo tomara desprevenido y estampara sus labios sobre los suyos, cosa que lo descolocó por unos segundos. Hasta que vio en las gradas contrarias a una azabache que estaba de pie observando la escena, motivado por su rencor, abrazó la cintura de Aurore, atrayéndola más hacia él. Más no correspondió el beso, solo quería darle alusión a la reina, que era así.
El alma de la ojiazul cayó al piso, su respiración se aceleró, su cuerpo se sentía desfallecer, escuchaba la voz de Chloe y Sabrina, más no les entendía. La escena del chico que tanto amaba besando a aquella impertinente rubia, la terminó destrozando por completo, con esa imagen toda esperanza de recuperar o si quiera luchar por aquella relación estaba perdida. Adrien estaba haciendo lo mismo que Kim hizo con ella, reemplazarla con una porrista.
Mientras tanto, aquel beso surgía con total entrega por parte de la rubia, pero por el contrario. El blondo abrió los ojos, para asegurarse que esa chica ya no estaba ahí. Y efectivamente, su desaliñada ex novia había desaparecido de su vista. Al mismo tiempo, la rubia se separaba del beso, para mirar las esmeraldas de aquel hombre que creía, le había correspondido. Para entonces, acariciar su mejilla suavemente y volverse a inclinar con intención de volverlo a besar. Pero para sorpresa de la chica, la masculina mano se puso sobre sus labios, antes de que ocurriera cualquier cosa.
