Los rumores forjaron a la reina, inalcanzable, orgullosa e inteligente. Cualidades que le permitieron construir un reino moderno dentro de la universidad.
Así es como los alumnos describen a Marinette la reina de la fraternidad "The New Romantics"...
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Afuera de una de las aulas. Una azabache que usaba un vestido tipo tubo en color vino, un blazer negro encima, tacones nude no muy altos, maquillaje discreto y su cabello alaciado, lucía bastante tranquila mientras esperaba la deliberación del jurado que se había encargado de evaluarla en su examen profesional.
Los años habían pasado, y estaba a tan solo un paso de poder recibir su título de pedagoga. A lo largo de este tiempo podría decir que había vivido los mejores años de su vida. Acompañada por sus amigos con quien compartió incontables aventuras, su familia, apoyándola en todo momento. Y aún teniendo esa hermosa relación con su novio. La cual había dado un giro desde ese viaje de sanación, y hasta la fecha todo se basaba en la comunicación y la confianza. Claro, habían tenido que pasar por alguno que otro desacuerdo, pero era algo que el diálogo podía arreglar fácilmente.
En medio de sus recuerdos, sintió como una mano tomaba la suya, para transmitirle calma. De inmediato reconoció ese contacto. Y por instinto le sonrió a su novio, seguido se recargó en su brazo.
-Tranquila- le susurró mientras besaba su frente suavemente.
-No pasa nada, yo confío en lo que hice y sé que todo saldrá bien.
El nerviosismo que la había caracterizado durante su estancia en el campus, había empezado a desaparecer como parte de su crecimiento. Ahora era una chica más segura de sí. Y confiaba plenamente en su investigación sobre la dualidad de implementar la creatividad en los niños, o limitarse a crear niños obedientes.
A pesar de que al momento de la exposición, dos de los tres integrantes la cuestionaron con la intención de hacerla dudar o enojar. Sin embargo, supo manejar bastante bien la situación. Defendiendo su postura de cualquier oposición, pero también escuchando la opinión del jurado. Llegando con ello a un diálogo bastante ameno.
-Te parece si vamos a caminar mientras se llega la hora que den los resultados- Marinette vio las esmeraldas de su amado, que comprensivo la miraba y asintió, dejándose guiar por él a través del campus.
-¿Qué esperabas encontrar...?- Adrien esperaba atentó a que su novia formulara bien su pregunta -digo, cuando fuiste enviado a está universidad- una risa fue lo que brotó de los labios del rubio.
-Cuando ingresé, quería una habitación en la mansión New Romantics- recordó con jocosidad la primera vez que intentó fijar rumbo a la imponente edificación -, mis padres eran gente muy importante e influyente en Italia, esperaba que me dieran una habitación de lujo y no una compartida, que fue lo que recibí.
-Eras un gatito arrabalero con gustos exigentes- bromeó Marinette, mientras entrelazaba su mano con la de su amado -recuerdo que te ofrecí vivir en la mansión justo ese año.
-Éramos novios recién, no quería estar viviendo en el mismo techo y que eso perjudicara nuestra relación- le recordó él.
-Pero un año más tarde aceptaste ser parte del grupo- le recordó Marinette, cuando luego de tanto suplicar que se mudara con ellos, Adrien accedió.
