Los rumores forjaron a la reina, inalcanzable, orgullosa e inteligente. Cualidades que le permitieron construir un reino moderno dentro de la universidad.
Así es como los alumnos describen a Marinette la reina de la fraternidad "The New Romantics"...
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—¿Cuánto nos tardaremos? Te recuerdo que tengo cosas pendientes con el consejo del orden— decía Kagami, mientras enviaba un mensaje a una de las integrantes de dicho consejo.
—Permíteme— Chloe le arrebató su celular, la nipona reclamó en el acto.
—¡Devuélvemelo ahora mismo!
—Ven y recupéralo— desafió la rubia, introduciendo el aparato en medio de sus pechos.
—Crees que eso va a detenerme— Kagami dió dos pasos, decidida a recuperar su celular.
—Qué dirán los alumnos al ver a la intachable Kagami Tsuguri metiéndole mano a una de sus compañeras— advirtió Chloe en un tono cantor, provocando que su amiga se detuviera en el acto, maldiciendo que su amiga conociera sus puntos débiles.
—Bien jugado Bourgeois, en ti queda si me ponen una falta por no llegar a tiempo a la reunión de hoy.
—Puedo vivir con eso— contestó desinteresada la ojiceleste.
—Chicas, lo siento, estaba entregando unos reportes que la maestra me dejó de última hora— la azabache vio extrañada a sus dos amigas. Chloe sonriendo de oreja a oreja y Kagami visiblemente enfadada —¿me perdí de algo?
—Nada, que hoy es día de chicas y no quiero distracciones. Así que ve diciéndole a tu novio que no estarás disponible ni física ni electrónicamente, lo que resta de la tarde y posiblemente noche— sentenció la rubia.
—¿Cómo…?— Marinette vio a Kagami, buscando apoyo, la nipona solo se encogió de hombros.
—Vamos, vamos— Chloe empujó a sus amigas por la espalda —la limusina de papi nos espera, hay un descuento que no pienso desaprovechar en el spa. Además ví en tiendas varios vestidos que van perfecto con nosotras para la fiesta, y de ninguna manera pienso dejar ir esa oportunidad tampoco.
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—No mi amor, hoy no puedo— la azabache miraba el camino a través del vidrio del vehículo, mientras conversaba vía telefónica con su novio.
—Voy a extrañarte— escuchó decir del otro lado, provocándole un notorio sonrojo
—Y yo a ti, pero...— no terminó de pronunciar sus palabras debido a que sintió como su aparato le era arrebatado por la rubia, quien no dudó en colgar la llamada, para después guardarlo en su cartera dorada.
—¡Oye!— Reclamó la ojizarca.
—Oye nada, hoy sería día de chicas, así que olvídate un momento de tu novio y disfruta— Respondió una despreocupada Chloe, quien posteriormente se dedicó a mirar el paisaje a través de la ventana
—Además se ven todos los días, no seas tan dramática— Continuó mientras reía, uniéndose la japonesa a esas risas
—De acuerdo— la azabache alzó las manos en señal de derrota —Pero solo porque son mis amigas, fuera la clase de Mendeliev y les aseguro que no lo haría, digo los temas son interesantes pero ella es una pesada.
