Ser hija de un criminal Rango S, es como decirlo... difícil pero fácil, tiene ventajas y desventajas.
La ventaja es que todos te respetan y puedes hacer lo que sea. Pero la desventaja es que tienes que estar escondido entre las sombras para no ser...
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Narras tu
Dolia, demasiado diría yo... Mi vista era borrosa, mis lágrimas no dejaban de salir, me había levantado de mi lugar tomandome las heridas de mi Abdomen para que dejara de fluir la sangre. Aun así no me importo ya que empece a llevar conmigo el cuerpo de Konan en mi espalda.
A pesar de hacer tanto esfuerzo poco a poco las heridas dolía menos, mi vista era borrosa, no quería irme de este mundo sin dejar el cuerpo de Konan donde debía de estar.
Así fue, logre llegar al lugar en donde estaban el cuerpo de Yahiko y mi padre pero me sorprendi al no ver el de mi padre.
Tn- M-Maldito... -Dije para así continuar y poner el cadáver a lado del de mi tío.
Caí a lado del cuerpo de ella tratando de regular mi respiración, allí mis heridas nuevamente me empezaron a dolor al ver que no estaba preparada para a morir mi cuerpo empezó a reaccionar.
Aún así me levante para empezar a caminar, saliendo del lugar. Me puse mi capa mojada para luego seguir caminando.
Las heridas me dolía mucho, eran profundas era obvio, me había atravesado el receptor hasta sacarlo de mi cuerpo del otro lado.
Empezaba a caminar por el bosque con la respiración agitada, goteando sangre pero con mi capa lograba detener el sangrado.
Tn- Necesito... N-Necesito avisarle... A Naruto... -Mencione mientras que caminaba.
Pero caí al suelo rendida, adolorida, sentía mis párpados pesados.
En eso siento varios Chakra acercarse. Mis ojos empezaron a cerrarse no sin antes ver a un conocido rostro.
Un chico de piel pálida y cabello negro con una mirada preocupante y un brillo en sus ojos tal y como la última vez que lo ví, eso fue lo último que ví antes de cerrar mis ojos y escuchar las voces de ellos hablarme aunque fue suerte volver a ver su rostro como última vez.
Xx- Vamos Tn, aún no debes de morir, debes de proteger al mundo que necesita la paz. Vamos querida, tu puedes.
Una voz como de un hombre mayor escuche a lo lejos.
Pero sentía que estaba recuperando la conciencia, mis ojos se empezaban a abrir mientras que veía sorprendentemente la habitación en donde estaba.
¿Tan rápido estoy en el hospital?, ¿Es la Aldea de la Lluvia a donde?...
Sai- Veo que despertaste. -Escuche su voz, con pesadez y con lentitud mire a Sai quien estaba sonriendome.
