Diario de una espía©

Epílogo.

El aire del cementerio es puro. Un sol radiante y un cielo sin una nube dominan sobre la capital rusa, algo que los habitantes agradecen, ya que no todos los días se tiene el placer de ver un día así en Moscú.

Un campo se extiende delante de mi, lleno de lápidas blancas, familias caminando entre ellas; algunos despidiéndose de sus seres queridos, otros saludándoles.

Yo me acerco a la tumba que tantas veces visité de adolescente. Hacía tiempo que no traigo flores.

Limpio con un paño el mármol blanco, pulido, donde se han tallado dos nombres y cuatro fechas.

Aparto las flores resecas y las tiro a un lado en el prado, limpiando como puedo el jarrón donde las guardaba. Lo deposito nuevamente en su lugar y me siento en un banco en frente, admirando las letras.

Ivan Eristoff

Enero 1955 - Mayo 2008

Penelope Eristoff-Hamilton

Julio 1959 - Mayo 2008

"Y pasaron como sombras; como viajeros que van en posta."

Me había sentado en este banco miles de veces. He leído estas palabras cientos de veces más.

Y, sin embargo, ésta es la primera que lloro.

Me enjugo las lágrimas y las seco rápidamente, leyendo de nuevo los nombres de mis padres y esbozando una triste sonrisa.

-Belikov ha muerto -digo, hablándoles a ellos. Sé que me están escuchando en algún lugar.

Ahora mismo no me importa si parezco estúpida o no. Hacía tiempo que necesitaba decir esto. Hacía tiempo que esas palabras martilleaban en mi cerebro, obsesionándome con la idea de acabar con Sacha Belikov. Pero se mató él solo. No necesitó ayuda de nadie, y creo que ha sido mejor así.

-Ya podéis descansar en paz.

Musito y cierro los ojos.

Segundos después, noto una cálida mano en mi espalda y abro los ojos, para encontrarme a Sebastian depositando un ramo nuevo de rosas amarillas en la tumba de mis padres.

Esbozo una sonrisa y me levanto del banco para, acto seguido sacudir mis pantalones y tomar la mano que él me ofrece.

-¿Estás bien? -me pregunta, mirándome con esa mirada suya que corta la respiración. Yo asiento, deseando darme cabezazos por mi cursilería.

-Estoy más que bien, Sebastian.

Él me mira, desconcertado, y yo sonrío una vez más.

-Estoy contigo.

FIN.

A//N: Bueno, creo que ahora ya sabéis quién es Poppy Hamilton y de quién tratará DDUE2, ¿no?

Esta historia ya llegado a su fin. Ha tenido parones, crisis existenciales, de todo..., pero no habría llegado al final de no ser por vosotras. Gracias, gracias, y un millón de gracias por leer toda esta sarta de locuras plasmadas en Natasha Eristoff. Mil gracias por haber llegado hasta el final de esta trepidante historia sobre esta engreída espía rusa, que resulta tener más corazón del que ella piensa. Aún no me puedo creer que haya terminado esta novela, que empezó siendo un experimento, y acabó así, siendo mi obra más exitosa en Wattpad hasta el momento. Todo eso es gracias a vosotras, lectoras. OS LO DEBO TODO.

P.D: Subiré en este libro un aviso cuando vaya a subir la sinopsis y eso de DDUE.

NATASHA OS QUIERE.

P.D2.: CREO QUE HABRÁ EXTRAS, PERO NO PUEDO CONFIRMAR NADA.