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Adiós almuerzo 2/2

Emerson entró en el edificio, bastante alto para su gusto.
Asher y el antipático y grosero que tenía de amigo eran dueños de tres pisos del enorme edificio. Emerson busco en un mapa que había junto a las puertas del elevador.
El nombre del bufete de Asher estaba al último, lo que quería decir que ella debía ir los últimos pisos, ella odiaba la altura y por lo general en los vuelos prefería estar inconsciente a tener que sentir los movimientos del avión que por más sutiles que fueran ella los odiaba. Aún recordaba como quiso morir al subirse al avión por primera vez con un cliente. Emerson marco el número del piso, estaba llegando una hora antes pero podría aprovechar para descansar luego de la mañana que había tenido.

Las puertas del elevador se abrieron, las recepcionistas vestidas con falda y camisa blanca con el nombre de la firma andaban dando vueltas y atendiendo los teléfonos, Emerson salió del elevador.

-Buenos días ¿La oficina del señor Cosffler?- pregunto ella, la mujer la miró de pie a cabeza.

-¿Tiene cita concertada?

-No, no la necesito- Emerson suponía que nadie sabía de la nueva relación entre Asher y ella-. ¿Me puede decir en qué piso está? - Emerson no sabía en qué piso estaba la oficina de Asher. Pero, si sabía el piso de la recepción del bufete.

-Lo lamento, no la puedo dejar pasar a menos que tenga una cita.

-No la necesito señora, le puede informar que Emerson....

-No insista. Le agradecería si dejará el establecimiento -la recepcionista la estaba echando del lugar sin siquiera dejarle explicar nada.

Emerson busco su móvil y marcó al de Asher.

-¿Qué necesitas Emerson? -Respondió al contestar la llamada-. Estoy muy ocupado.

-Estoy en la recepción del despacho pero no me dejan entrar sin haber pedido una cita contigo. ¡Ah! Y también quieren que me marche.
-¿Quién te dijo que debías irte?

-Tu recepcionista, amor mío- la mujer no le quitaba los ojos de encima.

La recepcionista estaba cansada de recibir a las mujerzuelas que se acostaban con su jefe, compadecía a Harper. Pobrecilla, tener que liderar con todas debía considerarse insalubre, ella no tenía que tolerar aquello, no le pagaban lo suficiente para hacer lo que acababa de hacer pero Harper no estaba y no podría echarla.

-Ya voy, no te muevas- Asher colgó.

Emerson se sentó en uno de los sofás que había en la recepción, la mujer que la miraba como escarabajo casi le gritó luego de que pasarán unos minutos y ella no se fuera.

-Señorita se lo repito, debe dejar el lugar. No somos una agencia de mujerzuelas de cien libras la hora.

-Si tiene el coraje suficiente repita lo que acaba de decir.

Asher estaba parado detrás de la recepcionista quién se congeló en el lugar.

-Se... señor Cosffler, yo le pedí. Yo le pedí cordialmente que se fuera antes de que usted bajará, pero no sé iba y yo... y yo...

-Y usted nada. ¿La señorita le dijo quién es?

-No.

El acuerdo +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora