La rutina de fin de semana abrumó a Park Jimin, quien decide salir de aquella relación prohibida. ¿Jungkook podrá detenerlo y remediar sus errores? ¿O ya es tarde?
Taehyung y Jimin llegaron al Aeropuerto Internacional de Incheon en la mañana. Al principio planeaban quedarse en la casa de la familia de Jimin, mas ya había sido vendida hace unos días. Tuvieron que reservar dos habitaciones en un hotel para mayor comodidad, pese a que Jihyun se había ofrecido a darles hospedaje, mas Jimin se negó porque sabía las verdaderas intenciones de su hermano: cuestionar a Taehyung e interrogarlo. Era la cuarta semana de diciembre y la ciudad ya lucía totalmente decorada con objetos navideños, siendo atractivos a la vista de los residentes y turistas. El ambiente era frío, todos usaban ropa lo suficientemente abrigadora para no enfermarse de gripe.
Taehyung dirigía su mirada al cielo a la expectativa de la primera nevada coreana. Sorpresivamente, a dos días de iniciar el invierno, no habían avistamiento de nevadas. Estaba seguro de tantas cosas, una de ellas era ser participe de ello junto a Jimin. Era tan simbólico para su cultura, pese a que a él nunca le interesaban ese tipo de tradiciones en las parejas. Mas al ver al peligris sentado, recostado sobre la ventana mirando la ciudad con sus ojitos brillosos de la felicidad le daban ganas de hacer cada cursilería posible con tal de verlo sonreír.
Jimin estaba fascinado por lo que podía apreciar desde la ventana de la van. Tenía una sonrisa de lado al lado al poder pasar fiestas en Corea. La época navideña era su favorita de todo el año incluyendo su cumpleaños. Revisaba por sus redes que sus amigos y familia estaban decorando sus hogares. Algunos habían comprado los ugly sweaters que tanto se hablaba en el internet o pijamas en conjunto para la mañana del 25.
Reía con cada publicación hecha. Pasó a Twitter para leer las nuevas noticias que circulaban en el ámbito de espectáculos. Era su placer culposo, leer magazines virtuales donde se rumoreaban cosas o se daban escándalos en la sociedad coreana. A veces pecaba de chismoso al querer saber que pasa en la vida privada de los idols y celebridades. Mientras deslizaba su dedo en la pantalla, un titular en específico llamó toda su atención. Su cara palideció, quedó boquiabierta mientras leía repetidamente el título de la noticias. Era imposible creerlo hasta que cliqueó el link para ver el segmento completo.
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Apagó el celular de inmediato luego de ver las incontables fotos de ellos dos en restaurantes. Los rumores dichos por MiSuk en el hospital eran ciertos. Un sentimiento de inconformidad comenzó a nacer en él. ¿Estaba celoso? Por supuesto que lo estaba. ¿Se odiaba por ello? Absolutamente. Tenía a Taehyung a su lado en un viaje de pareja por fiestas de diciembre, pero lo único que estaba en la cabeza del peligris era la cara sonriente de Jungkook mientras charlaba con esa tal Yoona.
Todo el trayecto su semblante se mostraba serio, inclusive cuando llegaron al hotel y cada uno fue a su habitación, Jimin arrojó su maleta a la gran cama blanca. El castaño propuso salir a respirar aire e ir por un café. Al peligris le pareció buena idea, lo ayudaría de despejarse. Mientras Taehyung tomaba fotos del parque donde los dos caminaban, Jimin miraba el grisáceo cielo de Seúl.
