Weekend Lovers

FINAL CHAPTER

Canción: Angels like you - Miley Cyrus

La oración dejó un poco aturdido a Jimin quien estaba devorando su croissant. Hizo una señal para que esperará hasta que logre tragar el pedazo. Relamió sus labios, mirando a un punto fijo de la mesa. En ningún momento había pensado en Taehyung. Nunca se cruzó su figura sonriente cuando vio la noticia en medio de la madrugada, ni cuando corrió a toda velocidad al departamento de Jungkook, mucho menos cuando estaba compartiendo intensos besos hasta terminar en el placer. Una vez más estaba lastimando a quién le brindó cariño y amor puro.

– ¿Qué quieres saber? – conectó sus ojos con los del contrario.
– ¿Qué son?

Ni siquiera Jimin sabía esa respuesta. Se trataban como pareja, mas no lo eran oficialmente. Compartían besos cómplices, caricias prohibidas, cenas interminables llenas de risas, miles de botellas de vino abiertas mientras conversaban en el balcón de Jimin.

– Él es... – suspiró – Él pudo ser mi pareja...

La mano que posaba sobre la de Jimin salió al escuchar esas dolorosas palabras. Jungkook asintió despacio tratando de entender lo que quiso decir. Jimin notó el accionar deteniéndolo. Dio una sonrisa de lado mientras entrelazaba sus dedos con los del contrario, encajando perfectamente.

– Taehyung es una gran persona. – explicó – Me ayudó tanto cuando recién había llegado a París. Al estar mucho tiempo, compartimos tanto. Me confesó que me quería como algo más y me pidió ser su pareja en año nuevo.
– ¿Tú eres...
– No – negó – No le di una respuesta, sentía que solo lo estaba lastimando porque... – suspiró – Tú siempre venias a mi mente cuando cerraba mis ojos. Intenté quererlo con locura, pero me engañaba a mí y a él también. Mas todo ese tiempo junto a Taehyung me demostró tanto y experimente mucho con él... Descubrí facetas del amor y siento que conocí cómo debe ser el verdadero amor. – soltó su mano a medida que hablaba.

Jungkook agachó su cabeza al escucharlo.

– ¿Llegaste a alguna conclusión? – preguntó.

Jimin volvía sentirse en un limbo interminable. Se sentía en medio de un sendero con dos caminos opcionales. Uno parecía tan fácil de tomar y el otro era lo opuesto. Los brillantes ojos de Jungkook esperaban una respuesta. Parpadeaba al ver como el peligris baja su mirada cerrando sus orbes.

– Creo que sí.

...

Rayos solares caían sobre la cama. Las cortinas se movían gracias a la pequeña ráfaga de viento que entraba por el balcón. Jimin buscaba a su compañero de cama al lado, mas no estaba. Se incorporó y levantó de la cama colocándose sus pantuflas. Caminó arrastrando sus pies hasta el baño. Al verse, arregló sus negros cabellos desordenados por recién levantarse. Lavó su cara y dientes para buscar a su esposo.
Se colocaba la sedosa bata que cubría todo su cuerpo mientras bajaba por las escaleras. Buscó por la cocina, la sala, el comedor, la oficina que compartían: no estaba en ningún lugar. Salió de la enorme casa, buscándolo con la mirada, mas no estaba.

– Buenos días, Jimin – saludó el jardinero quien regaba los girasoles recién florecidos.
– Señor Woo, ¿Cómo esta? – se acercó hacia donde estaba.
– Con mucho calor – exclamó – ¿Busca a su esposo?
– ¡Sí! ¿Sabe donde esta? – preguntó
– Salió a comprar al mercado local, notó que faltaban tomates, agarró a los niños y se fue. – relató.
– ¿Hace cuanto se fue?
– Una hora o más, ya debe estar en camino de regreso – sonrió
– Tiene razón, muchas gracias, señor Woo. – se despidió caminando adentro.

Al ingresar, el pelinegro dio un gran saltó y corrió a su dormitorio para darse un buen baño de burbujas aprovechando la paz que tenía sin sus hijos ni esposo cerca. Se introdujo al agua caliente repleta de espuma. Se acomodó dentro de la tina con una gran sonrisa de satisfacción. Se sirvió un poco del delicioso vino recién producido, disfrutando del dulce sabor que emergía. Necesitaba tanto de ese momento a solas.